- Memoria de San Juan Vianney, Presbítero
Matthew 13:54-58
Jesús vino a su lugar natal y enseñó a la gente en su sinagoga. Se asombraron y dijeron: "¿De dónde sacó este hombre tanta sabiduría y proezas? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros?" ¿De dónde sacó todo esto este hombre? Y se ofendieron con él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su lugar natal y en su casa. Y no hizo allí muchos milagros a causa de la falta de fe de ellos.
Oración introductoria: Señor, creo en tu poder. Sé que eres el Señor de toda la historia. Confío en que estás guiando mi vida. Gracias por demostrarme que triunfarás. Gracias por el triunfo que ya has logrado en mi corazón y en el corazón de tanta gente. Quiero permitirte tener control total sobre mi vida.
Petición: Señor, aumenta mi fe en ti.
1. Demasiada familiaridad: La gente de Nazaret pensaba que sabía todo acerca de Jesús. Había crecido entre ellos. Aparentemente, no habían visto nada extraordinario en él antes de que comenzara su ministerio público. Pensaban que era como todos los demás. Por eso, cuando oyen que hace milagros y enseña con autoridad, no lo creen. A veces también corro el peligro de poner límites al poder de Cristo en mi vida. Veo las circunstancias poco impresionantes de mi vida y la recurrencia de los mismos viejos problemas. No creo que Cristo pueda hacer algo sobrenatural en medio de una situación ordinaria. Hoy recibo una invitación para salir de la rutina y creer más profundamente en el poder de Cristo.
2. Un profeta no deseado: La solución a sus problemas más profundos estaba en su propio patio trasero. Sin embargo, la gente de Nazaret sintió que una figura tan familiar no podía traer nada extraordinario. Cuando la Iglesia a veces me interpela con algunas de sus enseñanzas –sobre la caridad, sobre la vida familiar, sobre la necesidad de ser un testigo valiente–, ¿a veces encuentro excusas, como decir que mis circunstancias son demasiado complicadas, o que la Iglesia no comprende ¿mi situación? ¿Dejo a veces morir en mi corazón la voz profética de la Iglesia? Cuando me siento interpelado por el Evangelio y por la Iglesia, debo estar agradecido. Cristo me está invitando a descubrir el sentido más profundo de mi vida. Él me está dando la oportunidad de permitir que su presencia haga un cambio profundo en mi vida. Me está permitiendo descubrirlo en la fe y me está llevando más allá de mi zona de confort al nivel de la venida de su Reino.
3. Un Hacedor de Milagros en Espera: ¿ Qué tipo de milagros quiere Cristo hacer en mi vida? Cristo tiene un plan para hacer de mi vida un luminoso testimonio del poder de su gracia. Él quiere llenar mi vida con su santidad y ayudarme a ser luz para los demás. Si logro deshacerme de mi superficialidad y falta de fe, descubriré la poderosa presencia del Salvador que me ayuda a vivir cada momento con profundidad y amor. Él puede hacer milagros en mi vida. Él puede ayudarme a vivir las virtudes que me cuestan más. ¿Estoy dispuesto a arriesgarme por Cristo y confiar en él?
Conversación con Cristo: Señor, sé que quieres hacer grandes cosas en mi vida. Ayúdame a ver cómo puedes transformar las circunstancias ordinarias y aparentemente sin importancia de mi día en momentos en los que tu gracia triunfe. Permíteme ser dócil a tu Espíritu Santo para que pueda hacer milagros en mi vida.
Resolución: Aumentaré mi fe en Cristo arriesgándome por él en algún aspecto de mi vida espiritual o apostólica.