Daily Reflection

El amo y el esclavo

May 25, 2019 | Saturday

Father Patrick Langan, LC

  • Sábado de la quinta semana de Pascua
  • John 15: 18-21

    Jesús dijo a sus discípulos: "Si el mundo te odia, date cuenta de que primero me odiaba. Si pertenecieras al mundo, el mundo amaría a los suyos; pero como no perteneces al mundo, yo te he elegido". del mundo, el mundo te odia. Recuerda la palabra que te hablé: 'Ningún esclavo es más grande que su amo'. Si me persiguieron, también te perseguirán. Si cumplieron mi palabra, también cumplirán la tuya. Y te harán todas estas cosas por mi nombre, porque no conocen al que me envió ".

    Oración introductoria: Señor, gracias por concederme la oportunidad de estar contigo. Hay cosas en la vida, Señor, que me atraen, pero tú me atraes más. Espero en ti, y te amo. Tal vez no entiendo lo que significa amar, y tal vez no amo como debería, pero sí te amo.

    Petición: Señor, ayúdame a abrazar mi cruz con alegría.

    1. Llevando la carga: "El mundo me odiaba primero". Esta es la increíble historia de los Evangelios. Cristo vino, y la cultura estaba en contra de él. A medida que avanza la historia de Cristo en el Evangelio, las fuerzas del antagonismo empeoran: los peligros aumentan con el giro de cada página. Esta fue una verdadera carga para Cristo, la carga de un padre cuyos hijos se vuelven contra él. Tal vez yo, también, siento esa carga. Tal vez experimente ese rechazo de los que me aman o de los que no creen.

    2. Aceptación amorosa: Cristo aceptó esa carga valientemente y con amor. Él no se quejó. Tal vez le pidió a su padre una manera más fácil. Es lo mismo en nuestras vidas. A menudo me enfrento a problemas, incluso cuando quiero hacer el bien. Llega un momento en la vida en el que debo aceptar mis limitaciones y las limitaciones que me imponen los demás. Este es un momento memorable en la vida, el momento en que acepto mi cruz como lo hizo Cristo. Esa aceptación no es fácil, pero al mismo tiempo llena mi corazón con paz profunda y, a veces, incluso con alegría.

    3. Buscando soluciones: Después de aceptar mi cruz, experimento un nuevo coraje y mi imaginación se enciende. El amor siempre busca soluciones: Cristo nunca dejó de buscar maneras de llegar a la cultura. Debo hacer lo mejor que pueda para evangelizar, aunque pueda encontrar oposición. Con la ayuda de Cristo, ningún obstáculo es demasiado significativo. Él me ayudará a superar todos los problemas que pueda enfrentar. Lo importante es que me mantengo enfocado en el cumplimiento de su voluntad por amor. Él se encargará del resto.

    Conversación con Cristo: Señor, tú sabes mi carga. Sabes lo que me hace perder el sueño, lo que me preocupa. Ayúdame a aceptarlo, como aceptaste tu cruz.

    Resolución: Dejaré de quejarme y veré qué puedo hacer para aliviar las cargas y los sufrimientos de los demás.

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