Daily Reflection

Convertirse en santos abuelos

July 26, 2025 | Saturday
  • Memoria de los santos Joaquín y Ana, padres de la Bienaventurada Virgen María
  • Matthew 13:16-17

    Eclesiástico 44:1, 10-15

    Salmo 132:11, 13-14, 17-18

    Mateo 13:16-17

    Jesús dijo a sus discípulos:

    Bienaventurados vuestros ojos, porque ven,

    y vuestros oídos, porque oyen.

    En verdad os digo que muchos profetas y justos

    Anhelaba ver lo que ves pero no lo vi,

    y oír lo que oís pero no lo oíste.”

    Oración inicial: Señor Dios, preparaste una familia santa para la Madre de tu Hijo. Criaron a tu hija Inmaculada con amor y ternura y la animaron en el camino de la santidad y la rectitud. Acompáñame hoy y guía mis pasos.

    Encuentro con la Palabra de Dios

    1. La misión de Joaquín y Ana: Joaquín y Ana fueron elegidos por Dios para ser los padres de María, la Inmaculada Concepción, y los abuelos de Jesús, el Hijo de Dios. Hace un par de años, el Papa Francisco reflexionó sobre la vida familiar que Joaquín y Ana brindaron a María: «María creció en el hogar de Joaquín y Ana; estuvo rodeada de su amor y fe: en su hogar aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad. Santos Joaquín y Ana formaron parte de una larga cadena de personas que transmitieron su fe y amor a Dios, expresados en la calidez y el amor de la vida familiar, hasta María, quien recibió al Hijo de Dios en su seno y lo dio al mundo, a nosotros. ¡Qué valiosa es la familia como lugar privilegiado para transmitir la fe!» (Francisco, 26 de julio de 2013). La tradición sostiene que eran ancianos cuando Ana concibió. Por eso, en 2021, el Papa instituyó el cuarto domingo de julio como celebración anual de los Abuelos y los Ancianos. Lo eligió específicamente por su cercanía al 26 de julio, memoria de los santos Joaquín y Ana. Joaquín y Ana fueron llamados no solo a brindar un hogar de fe, calidez y amor a María, sino también a Jesús, su único nieto. ¿Qué clase de hogar estoy brindando a mis hijos y nietos?

    2. El legado espiritual de Joaquín y Ana: La primera lectura, del Sirácida, nos invita a contemplar el legado espiritual de Joaquín y Ana: «Estos eran hombres piadosos cuyas virtudes no han sido olvidadas; su riqueza permanece en sus familias, su herencia con sus descendientes». La palabra traducida como «descendientes» ( ekgona ) también puede traducirse como «nietos». La verdadera riqueza y herencia que Joaquín y Ana dejaron a María, su hija, a José, su yerno, y a Jesús, su nieto, no fue riqueza material ni generacional, sino el legado espiritual de fe y amor. El Sirácida alaba a los misericordiosos y a quienes obran con justicia (Eclesiástico 44:10) y promete que sus descendientes e hijos serán fieles a las alianzas que Dios ha hecho con Israel y la humanidad (Eclesiástico 44:12). Después de su muerte, sus nombres perdurarán, su sabiduría seguirá siendo mencionada y sus alabanzas continuarán siendo proclamadas. ¡Han pasado dos mil años y aquí estamos meditando, contemplando y alabando el ejemplo de los santos abuelos de Jesús!

    3. Santos Pastores: La tradición sostiene que Joaquín era pastor. Podemos imaginar que Jesús aprendió a ser un buen pastor no tanto de José, un carpintero, sino de su abuelo J.Joaquín, un pastor. Podemos especular que Joaquín enseñó a Jesús la diferencia entre un buen pastor y uno egoísta. Le enseñó a elegir los mejores corderos para los sacrificios anuales de la Pascua. Joaquín le enseñó que un buen pastor conoce a cada una de sus ovejas por su nombre, las lleva a agua fresca y buenos pastos, cuida de cada una, las defiende de los lobos y del mal tiempo, y está dispuesto a dar su vida por sus corderos y ovejas. Si un buen pastor está dispuesto a hacer esto por sus ovejas, ¿cuánto más debería estar dispuesto un padre por sus hijos, un abuelo por sus nietos, un obispo por su diócesis y un sacerdote por sus feligreses?

    Conversando con Cristo: Señor Jesús, tuviste la bendición de tener abuelos santos como Joaquín y Ana. Ayúdame a apreciar la sabiduría, la bondad y el amor de los ancianos. Enséñame a ser humilde para aprender de ellos e imitar su buen ejemplo.

    Viviendo la Palabra de Dios: Hoy, alabemos el amor fiel y misericordioso de Dios, pues cumplió sus promesas y, a través de Joaquín y Ana, preparó a la humanidad para recibir a María, la Inmaculada Concepción. Hoy, veneramos a Joaquín y Ana por su fidelidad a Dios y por la forma en que criaron a María, nuestra Madre. Son modelos de bondad, amor y alegría para los abuelos de todo el mundo. En el cielo, interceden por nosotros para que alcancemos la salvación que Dios prometió a su pueblo (Oración Colecta). Como abuelos que esperan la visita de sus hijos y nietos, anhelan darnos la bienvenida a nuestro hogar celestial.

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