Daily Reflection

Tú vales más

July 12, 2025 | Saturday
  • Sábado de la decimocuarta semana del tiempo ordinario
  • Matthew 10:24-33

    Génesis 49:29-32; 50:15-26a

    Salmo 105:1-2, 3-4, 6-7

    Mateo 10:24-33

    Jesús dijo a sus apóstoles:

    “Ningún discípulo está por encima de su maestro,

    Ningún esclavo está por encima de su amo.

    Al discípulo le basta con llegar a ser como su maestro,

    para que el esclavo llegue a ser como su amo.

    Si al dueño de la casa llamaron Beelzebú,

    ¡Cuánto más los de su casa!

    “Así que no les tengáis miedo.

    Nada hay oculto que no haya de ser revelado,

    ni secreto que no será conocido.

    Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz;

    Lo que oís al oído, proclamadlo desde los tejados.

    Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero el alma no pueden matar;

    Más bien, temed a aquel que puede destruir.

    tanto el alma como el cuerpo en la Gehena.

    ¿No se venden dos gorriones por una monedita?

    Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que vuestro Padre lo sepa.

    Incluso todos los cabellos de vuestra cabeza están contados.

    Así que no tengáis miedo; vosotros valéis más que muchos gorriones.

    Todo aquel que me reconoce ante los demás

    Yo reconoceré delante de mi Padre celestial.

    Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres,

    Negaré delante de mi Padre celestial.”

    Oración inicial: Señor Dios, ¡qué gran tarea me has encomendado! Estoy llamado a llevar tu Palabra a mi familia, amigos, compañeros de trabajo y comunidad. Conozco mis limitaciones, pero confío en ti y en tu gracia. Fortalecido por tu Espíritu, proclamaré tu Palabra con valentía.

    Encuentro con la Palabra de Dios

    1. Dignidad Humana: En el Evangelio, Jesús enfatiza cómo somos amados y cuidados por Dios Padre. Todos los cabellos de nuestra cabeza están contados, todas las células de nuestro cuerpo son conocidas y sustentadas por Dios. Jesús declara: «Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones». ¿Cuál es el valor de un ser humano? ¿Se puede poner precio a una vida humana? Lo que Jesús enseña en el Evangelio y la Iglesia a lo largo de los siglos es que un ser humano es invaluable. Como criaturas espirituales, hechas a imagen y semejanza de Dios, poseemos una dignidad infinita. ¿Qué significa esto? En resumen, significa que somos bienes absolutos que no pueden ser utilizados como medios para un fin.Otro extremo. Un novillo, por ejemplo, no tiene una dignidad infinita. Es un bien, pero solo un bien relativo. Se puede comprar, vender y sacrificar para obtener alimento. Un novillo puede utilizarse como medio para sustentar la vida humana. La vida humana es sagrada, invaluable y un bien absoluto.

    2. ¿Cómo respeto la dignidad de los demás seres humanos? Si consideramos el valor del ser humano como infinito y absoluto, surge la pregunta de cómo trato a los demás. Por ejemplo, si tengo un negocio, ¿cómo trato a mis clientes? ¿Los trato como medios para un fin, como personas que tienen dinero que quiero para mí? ¿O me considero un servicio para ellos y les ayudo a desarrollarse como seres humanos e hijos de Dios? Debemos reflexionar no solo sobre cómo podemos hacer el bien a los demás y promover su dignidad, sino también sobre cómo nuestros pecados ofenden la dignidad humana. Por ejemplo, cuando una persona ve pornografía, intenta utilizar a la otra persona como un objeto. Viola su dignidad, su valor absoluto como ser humano. El pecado no solo es un abuso de nuestra libertad y una herida a nuestra naturaleza humana, sino que casi siempre hiere y ofende la dignidad, el bien absoluto, de nuestros hermanos y hermanas.

    3. José y sus hermanos: El tema de la dignidad humana también se percibe en la Primera Lectura sobre José y sus hermanos. Cuando los hermanos de José, envidiados por él, lo vendieron como esclavo, esto constituyó una grave violación de la dignidad humana. Trataron a José, su hermano, como una mercancía. Luego le mintieron a su padre, Jacob, sobre lo sucedido, violando la verdad y destrozando a su padre con engaños. Incluso después de la muerte de Jacob, los hermanos de José siguieron intentando engañarlo para protegerse. Mintieron sobre las últimas palabras de Jacob, sin darse cuenta de que su hermano ya los había perdonado. José vio cómo Dios sacó bien del mal: «No tengan miedo... Aunque ustedes quisieron hacerme daño, Dios lo transformó en bien, para lograr su fin presente, la supervivencia de mucha gente». Aunque pecamos gravemente, Dios es capaz de vencer el mal en nuestras vidas y lograr un bien mayor.

    Conversando con Cristo: Señor Jesús, todo lo puedes. Escucho tu voz y la dulzura de tu llamado. Concédeme tu gracia y derrama tu Espíritu para que pueda responderte con generosidad. Ayúdame a discernir tu voluntad hoy.

    Viviendo la Palabra de Dios: ¿Qué cambios concretos necesito hacer para respetar más la dignidad y el valor absoluto de mis hermanos y hermanas? ¿Cómo hieren mis pecados la dignidad de los demás? ¿Cómo promueven mis buenas acciones la dignidad humana?

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