Daily Reflection

El aderezo trinitario de la vid

May 21, 2025 | Wednesday
  • Miércoles de la quinta semana de Pascua
  • John 15:1-8

    Hechos 15:1-6

    Salmo 122:1-2, 3-4ab, 4cd-5

    Juan 15:1-8

    Jesús dijo a sus discípulos:

    “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

    Él quita todo sarmiento que en mí no da fruto,

    y todo lo que hace, lo poda, para que dé más fruto.

    Ya estáis podados por la palabra que os he hablado.

    Permaneced en mí, como yo permanezco en vosotros.

    Así como una rama no puede dar fruto por sí misma,

    a menos que permanezca en la vid,

    Así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

    Yo soy la vid, vosotros los sarmientos.

    El que permanece en mí, y yo en él, éste da mucho fruto;

    porque sin mí nada podéis hacer.

    Todo aquel que no permanece en mí

    será echado fuera como una rama y se secará;

    La gente los recogerá y los arrojará al fuego.

    y serán quemados.

    Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros,

    pide lo que quieras y te será hecho.

    En esto es glorificado mi Padre,

    que deis mucho fruto y seáis mis discípulos.”

    Oración inicial: Señor Dios, tú eres el viñador y sabes exactamente cómo debo ser podado. Corta la terquedad de mi corazón para que pueda dar fruto espiritual para tu Reino. No permitas que el egoísmo y el pecado me separen de tu Hijo, la vid verdadera. Deseo glorificar tu nombre en todo lo que hago.

    Encuentro con la Palabra de Dios

    1. La imagen de la vid: En el Evangelio de Juan, Jesús no narra largas parábolas narrativas como en los otros tres evangelios sinópticos. Sin embargo, Juan sí describe a Jesús usando imágenes y comparaciones impactantes que constituyen un tipo de parábola antigua. La imagen-parábola de Juan de hoy es la de una vid y sus sarmientos. Dios Padre se compara con el viñador, Jesús con la vid y nosotros con los sarmientos. Si ampliamos la parábola, el Espíritu es agua vivificante que llena y fluye a través de la vid, nutriendo los sarmientos para que puedan dar buen fruto. Jesús usa esta imagen para ayudarnos a contemplar cómo es nuestra vida unida a él y cómo es separada de él.

    2. Vid trinitaria: Necesitamos ser podados por el Padre, permanecer unidos al Hijo y ser vivificados por el Espíritu. El Padre nos poda al permitir sufrimientos, tribulaciones y tentaciones en nuestras vidas. Nos poda al invitarnos a hacer Una ofrenda sacrificial de nosotros mismos en unión con el autosacrificio voluntario de su Hijo. ¿Cómo se manifiesta concretamente en nuestras vidas permanecer y permanecer en unión con Jesús? ¿Estamos unidos a él en nuestro pensamiento? ¿Pienso en los demás como Jesús pensó y piensa? ¿Cómo los juzgo? ¿Cómo los acojo? ¿Cómo los escucho? ¿Cómo los perdono? ¿Mis palabras reflejan las de Jesús? En cuanto al Espíritu vivificante, ¿experimento cómo el Espíritu habita en mí como en un templo y es como un río que fluye dentro y a través de mí? ¿Cómo se nutre mi mente con el don de la fe? ¿Cómo se inspira mi voluntad con el don de la esperanza? ¿Cómo me uno cada vez más perfectamente al Señor mediante el don de la caridad?

    3. El Fruto de la Vid: Al final del Evangelio de hoy, Jesús afirma que glorificamos al Padre cuando damos fruto espiritual y nos convertimos en sus discípulos. Solo podemos dar fruto duradero y atesorar un tesoro eterno cuando nos llena la savia vivificante de la gracia divina. Vides sanas producen uvas sanas, que luego pueden ser trituradas, fermentadas y convertidas en vino. Y el vino, sabemos, puede transformarse en la Sangre Eucarística de Cristo, la Sangre de la Nueva Alianza. Esta imagen subraya cómo nuestras buenas obras y sacrificios pueden transformarse, mediante la unión con Cristo, en sacrificios agradables, aceptables al Padre.

    Conversando con Cristo: Señor Jesús, me consuela saber que desde los inicios del cristianismo hasta la actualidad, ha habido y seguirá habiendo debates y discusiones polémicas. Ruego que todos los miembros de la Iglesia estén siempre unidos a ti, la vid verdadera, y guiados por el Espíritu Santo hacia toda la verdad. No permitas que me desanime en tiempos de confusión.

    Viviendo la Palabra de Dios: ¿Oro por el nuevo Papa, León XIV? ¿Cuáles son mis esperanzas y temores? ¿Estoy abierto a sus enseñanzas y guía pastoral? ¿Veo todo lo que dice y hace desde una perspectiva política o a la luz del Evangelio y la enseñanza perenne de la Iglesia?

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