Daily Reflection

Tener un recuerdo para Dios

February 19, 2019 | Tuesday
  • Martes de la Sexta Semana en Tiempo Ordinario.
  • Mark 8: 14-21

    Ahora los discípulos habían olvidado traer pan; y tenían un solo pan con ellos en el bote. Y les advirtió diciendo: "Cuidado, cuídate de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes". Se dijeron unos a otros: "Porque no tenemos pan". Y al darse cuenta, Jesús les dijo: "¿Por qué hablas de no tener pan? ¿Aún no percibes o entiendes? ¿Se te endurecen los corazones? ¿Tienes ojos y no puedes ver? ¿Tienes oídos y ¿No escuchas? ¿Y no lo recuerdas? Cuando rompí los cinco panes por los cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de pedazos rotos recogiste? Ellos le dijeron: "Doce". "Y los siete para los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de pedazos rotos recolectaste?" Y ellos le dijeron: Siete. Entonces él les dijo: "¿Aún no entiendes?"

    Oración introductoria: Señor, sé que has trabajado en mi vida y, sin embargo, lo tengo muy en cuenta. El solo hecho de saber la verdad de tu presencia en mi pasado sería suficiente para convertir mi corazón totalmente en un futuro de compromiso contigo. Saber tu historia me hará mucho tiempo para ti. Tengo hambre de la bondad que hará fructificar este día de manera que perdure, que no me engañe. No pretendo dejar que mis pasiones mundanas me dejen ciego y paralizado ante la oportunidad de ser tu apóstol hoy.

    Petición: Señor, concédeme la gracia de comprometerme más con tu voluntad a través de una confianza más profunda en ti.

    1. Falta la Fundación: “¿Es porque no tenemos pan?” Podemos ver cuán fácil es perder los mensajes que Dios desea enviarnos en oración porque solo estamos preocupados por lo que es inmediato. Podemos tener hambre de éxito, queremos que un amigo o familiar nos haga las paces o nos obsesionamos con las finanzas. El corazón inseguro se aleja de una visión saludable de la vida porque no se basa en la roca. El alma que vive del verdadero fundamento sabe que mientras tenga a Cristo y esté haciendo su voluntad, todo estará bien.

    2. Recordando las Obras de Dios: “¿Y no te acuerdas?” Uno de los peores pecados del pueblo de Israel fue haber olvidado las grandes obras de Dios en su nombre. Es importante reflexionar con frecuencia y con gratitud por los muchos beneficios que hemos recibido de Nuestro Señor. Cada uno de nosotros debe recordar: es Dios quien nos creó y ha comenzado la obra de nuestra santidad. Si nos ha traído tan lejos con solo una pequeña cantidad de cooperación de nuestra parte, ¿cuánto más podríamos ir si le damos nuestra total dedicación? ¿Cuánto más bien florecería en nuestras vidas? ¿Cuántos problemas encontraría la mano de Dios configurándolos para nuestro beneficio?

    3. Deseando volver a ver: En un día cualquiera, cada seguidor de Cristo debe tener una sana desconfianza de lo que cree que es la necesidad absoluta de su vida. A menudo, una "desintoxicación" espiritual es para liberarnos de obsesionarnos con los objetivos secundarios. Esta desintoxicación se encuentra en la escuela de la oración. San Agustín señala que la oración es donde ejercemos el deseo, donde dejamos que nuestro corazón se purifique de sus distracciones, y donde dejamos que el afecto y la devoción por el Amado se expandan. El fuego del amor divino puede curar muchas divisiones y complejos en nuestra psicología si nos abrimos constantemente a ello.

    Conversación con Cristo: Señor, mantenme alejado de esa anorexia espiritual que me hace perder el hambre por tu presencia en mi vida. Puedo dejar que las presiones diarias y las pasiones desordenadas bloqueen mi capacidad de amarte como debería. Cómo me pongo en peligro; Cómo destruyo mi felicidad en este mundo de ilusión. ¡Libérame, Jesús, de mi locura! Devuélveme el hambre de amarte nuevamente, ya que prometo nunca más dejarme llevar por el activismo y el orgullo.

    Resolución: Hoy escribiré las cosas que he estado buscando que podrían alejarme de Cristo. Honestamente, los renunciaré en una actitud de santa indiferencia, queriéndolos solo en la medida en que Jesús los quiere en mi vida.

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