Daily Reflection

El vino nuevo que nos da el esposo

September 6, 2024 | Friday
  • Viernes de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario
  • Luke 5:33-39

    1 Corintios 4:1-5

    Salmo 37:3-4, 5-6, 27-28, 39-40

    Lucas 5:33-39

    Los escribas y fariseos le dijeron a Jesús:

    “Los discípulos de Juan el Bautista ayunan con frecuencia y ofrecen oraciones,

    y los discípulos de los fariseos hacen lo mismo;

    pero los vuestros comen y beben.”

    Jesús les respondió: “¿Pueden ustedes hacer que los invitados a la boda ayunen?”

    ¿mientras el novio está con ellos?

    Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado,

    entonces ayunarán en aquellos días.”

    Y les refirió también una parábola:

    “Nadie corta un trozo de un manto nuevo para remendar uno viejo.

    De lo contrario, romperá el nuevo.

    y el trozo que queda no combinará con la capa vieja.

    De la misma manera, nadie echa vino nuevo en odres viejos.

    De lo contrario, el vino nuevo romperá los odres,

    y se derramará, y se arruinarán los cueros.

    Más bien, el vino nuevo debe echarse en odres nuevos.

    Y nadie que ha bebido vino añejo desea vino nuevo,

    porque dice: “Lo añejo es bueno”.

    Oración inicial: Señor Dios, quiero probar y disfrutar el vino nuevo de salvación que tu Hijo ha traído. Es un vino que supera a cualquier vino terrenal. Trae una alegría que supera toda alegría terrena.

     

    Encuentro con la Palabra de Dios

    1. Los amigos del novio: Cuando los fariseos preguntaron a Jesús por qué sus discípulos no ayunaban en ciertos días de la semana, Jesús aprovechó la oportunidad para revelarles que él es el novio, aquel a quien Israel espera. Jesús señaló que durante una fiesta de bodas, los invitados a la boda no ayunan. Esto significa que, en los días previos a la cruz, los discípulos de Jesús –los amigos del novio– no ayunan ni ayunarán. Acompañan al novio durante sus tres años de ministerio público y se regocijan con él. Sin embargo, llegarán días en que el matrimonio entre Dios y su pueblo se realice en la cruz. El novio será llevado a otro lugar. Él irá a preparar un lugar para su novia, la Iglesia. En ese día, los discípulos de Jesús ayunarán y esperarán paciente y fielmente el regreso del novio.

    2. Vino viejo y vino nuevo: El significado de la parábola del vino y los odres nos dice que Jesús, el Esposo, está haciendo algo nuevo. Él es el Nuevo Moisés, que da una nueva ley. Él es el Nuevo David, que inaugura el Reino de los Cielos. Él es el Mesías que trae el vino nuevo, el vino de la alegría eterna. Los odres viejos no pueden contener el vino nuevo de la sangre de Jesús. La sangre y los sacrificios de la Antigua Alianza (el vino viejo) no eran eficaces y eran sólo un signo que anticipaba el sacrificio eficaz de Jesucristo. El vino viejo, como el primer vino de Caná, es bueno; pero el vino nuevo, como el segundo vino de Caná, es mejor. Jesús está invitando a los fariseos, que han estado bebiendo el vino viejo, a abrirse al cumplimiento de la Antigua Alianza en su persona y a participar del vino nuevo en odres nuevos que él trae.

    3. Administradores de los misterios de Dios: Los apóstoles, los servidores de Cristo, han sido confiados con el vino nuevo del Mesías. Son administradores y ministros de los misterios de Dios y de los sacramentos de Cristo. Están llamados a servir y capacitados por el Espíritu Santo. Pablo dice hoy que, como siervo de Cristo, no teme el juicio de ningún tribunal humano. Sabe que está trabajando para Jesucristo su salvador. Sabe que es a la vez un vaso elegido y un vaso frágil que lleva los misterios de Dios. Pablo sabe que será juzgado por Jesús su Señor en el tiempo señalado. Este juicio revela y manifiesta lo que tenemos en nuestro corazón. Nos esforzamos cada día por llenar nuestros corazones con las cosas santas de Dios y eliminar todo lo que nos aleja del amor de Dios. Pedimos que Dios nos ayude a alejarnos del mal, confiar en el Señor y hacer el bien. Dios, oramos en el Salmo, es nuestro refugio contra el mal y el verdadero deleite de nuestro corazón. El vino que trae Cristo, la sangre de la nueva y eterna Alianza, da alegría al corazón y es nuestro anticipo del banquete celestial.

    Conversando con Cristo: Señor Jesús, en el don de la Eucaristía participo del vino nuevo de salvación y alegría. Ayúdame a valorar este gran don y a hacer que otros también lo compartan.

    Vivir la Palabra de Dios: ¿Vivo verdaderamente con alegría sabiendo que Jesús ha traído la salvación al mundo? ¿Comunico a los demás esta alegría, que es fruto de la caridad?

    © 2025. EPRIEST, Inc. All rights reserved.

At ePriest, we are dedicated to supporting Catholic priests as they serve their people and build up the Church.

We invite you to explore our resources to help your own ministry flourish!

Sign Up Now