- Viernes después del Miércoles de Ceniza
Matthew 9:14-15
Isaías 58:1-9a
Salmo 51:3-4, 5-6ab, 18-19
Mateo 9:14-15
Los discípulos de Juan se acercaron a Jesús y le dijeron:
“¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos mucho,
¿Pero tus discípulos no ayunan?
Jesús les respondió: “¿Pueden llorar los invitados a la boda?
mientras el novio esté con ellos?
Llegarán días en que les quitarán el novio,
y entonces ayunarán”.
Oración inicial: Señor Dios, prometiste ser el novio de tu pueblo, la novia que has elegido. Tu amor por ella es profundo y profundo. Concédeme la gracia de experimentar este amor y de amarte a cambio.
Encuentro con la Palabra de Dios
1. Ayuno hipócrita: El profeta Isaías hoy nos presenta dos tipos diferentes de ayuno. El primer tipo es el ayuno hipócrita. Aquí es donde alguien tiene todas las apariencias de ayunar pero, al mismo tiempo, tolera la injusticia y descuida las necesidades de los pobres. Cuando el hipócrita pregunta por qué Dios ignora su penitencia y ayuno, Dios responde que mientras ayuna, está haciendo cosas malas, como explotar a otros y pelear con otros. Debido a esto, Dios le hace al hipócrita una pregunta retórica: “¿Es este realmente un ayuno aceptable?”
2. Ayuno y Amor: Isaías nos enseña que el tipo de ayuno que Dios verdaderamente desea de nosotros va de la mano del amor al prójimo. Nuestro ayuno es inútil si seguimos dándole la espalda a los necesitados que nos rodean. Aprendemos en el Nuevo Testamento que cuando ayudamos a los oprimidos, alimentamos a los hambrientos, vestimos a los desnudos y damos cobijo a los desamparados, le estamos haciendo estas cosas a Cristo, nuestro novio. ¡Estas obras de rectitud, justicia y caridad están entretejidas en nuestros vestidos de boda! (Mateo 22:11-13; Apocalipsis 19:7-9). Isaías promete bendiciones para quienes se preocupan por los pobres y oprimidos. Su luz brillará, sus heridas serán sanadas, la gloria de Dios los protegerá y el Señor responderá a su clamor de ayuda en oración.
3. Jesús el Esposo: Cuando los discípulos de Juan le preguntan a Jesús sobre la práctica del ayuno, Jesús responde que sus discípulos ayunarán algún día cuando él, el Esposo, les sea quitado. Jesús se refiere al día de su pasión, crucifixión y muerte. Será entonces cuando Jesús consumará su matrimonio con su esposa, el Nuevo Pueblo de Dios. En nuestros días, Jesús el Esposo ha sido arrebatado y, sin embargo, también permanece misteriosamente con nosotros en la Eucaristía e intercede por nosotros a la diestra del Padre. Por eso es bueno que dediquemos tiempo tanto al ayuno como al banquete mientras esperamos el regreso de nuestro Esposo al final de los tiempos (Mateo 25:1-13).
Conversando con Cristo: Señor Jesús, tienes el mayor amor por tu Esposa, la Iglesia. Tú diste tu vida por ella y derramaste tu sangre limpiadora por ella en la cruz. Le has preparado un hogar en el cielo. Ayúdame a imitarte hoy en entregarme a los demás para poder llegar a mi hogar celestial.
<p class="MsoNormal" style="margen: 0in; familia de fuentes: Calibri, sans-serif;">Resolución: La Cuaresma es un tiempo apropiado para ayunar mientras contemplamos la pasión y muerte de nuestro Esposo en la Cruz. La Pascua será un momento apropiado para festejar y celebrar la resurrección de nuestro Novio. Asegurémonos de que nuestro ayuno en esta Cuaresma vaya de la mano de una caridad generosa para con los pobres. De lo contrario, nuestro ayuno en esta Cuaresma será en vano.