Daily Reflection

Vigilaos

November 26, 2022 | Saturday

Jennifer Ristine

  • Sábado de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
  • Luke 21:34-36

    “Cuidado con vosotros mismos, o vuestros corazones se engrosarán por el libertinaje y la embriaguez y los afanes de la vida, y aquel día os llegará de improviso, como una trampa. Porque descenderá sobre todos los que viven sobre la faz de la tierra. Manténganse despiertos, orando en todo momento por la fuerza para sobrevivir a todo lo que va a suceder, y para mantenerse firmes ante el Hijo del Hombre”.

    Oración de apertura: Señor Jesús, aumenta mi fe, esperanza y amor. Ayúdame a vivir mi fe con audacia y sagacidad.

    Encuentro con Cristo:

    1. Advertencia: La liturgia no parece dejar de advertirnos sobre el fin de los tiempos y lo que parece ser un desastre y una destrucción inminentes. Jesús no retiene sus palabras y dice: “No te preocupes. Dios ama a todas las personas. Él los salvará”. Si bien vemos esas tres afirmaciones en varias partes de las Escrituras, no las vemos aquí juntas. En cambio, el enfoque está en una advertencia sincera, como los profetas que clamaron en el Nuevo Testamento para advertir a las personas de su destrucción si no enmendaban sus caminos. ¿Cómo debemos percibir este mensaje? ¿Lo tomamos como una advertencia de alguien que está sinceramente preocupado por nuestro bienestar, o lo recibimos como una amenaza? Nuestro concepto de Jesús determinará cómo recibimos estas palabras.

    2. Cuídate: Jesús nos dice que nos cuidemos a nosotros mismos. ¿Cómo resuena su admonición con nosotros? ¿Creemos que esta advertencia es para todos menos para nosotros mismos? ¿Qué nos dice sobre el estado de nuestra relación con el Señor? Sin la vigilancia que recomienda Jesús, nuestros corazones se engrosarán. Él quiere evitar que caigamos en esta trampa. Una cosa es caer y levantarse de nuevo. Otra es tener el corazón engrosado porque ni siquiera velamos por nuestro bienestar espiritual. Estamos llamados en este Evangelio a una mayor vigilancia contra el enemigo de nuestras almas.

    3. Oración: El arma contra las trampas del diablo es la oración. La oración será el medio de fortaleza para hacer frente a las pruebas por venir. La oración será el medio para mantenerse firme ante el Hijo del Hombre. El “Hijo del Hombre” se refiere a la profecía de Daniel 7, en la que el “hijo del hombre” se sienta en el trono del juicio. Por lo tanto, la oración nos ayudará a permanecer cimentados en la verdad y la gracia salvadora de Dios cuando estemos cara a cara con el vencedor de nuestras almas, Jesucristo. Habremos resistido al enemigo que también pretendía ser vencedor de nuestras almas.

    Conversando con Cristo: Señor Jesús, ayúdame a cuidar mi corazón y mi alma. Concédeme perspicacia para reconocer la trampa del enemigo y el coraje para cerrarle la puerta.

    Resolución: Señor, hoy, por tu gracia, haré un examen de conciencia para reconocer las áreas de mi vida en las que debo estar más alerta y no caer en el endurecimiento de mi corazón con conductas pecaminosas.

    Para mayor reflexión: ¿Qué es el pecado?

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