- Memoria de San Carlos Borromeo, Obispo
Dar Cuenta: Esta parábola nos desafía de muchas maneras. En primer lugar, nos recuerda que debemos dar cuenta de lo que se nos ha dado. Si tuviéramos que hacer una lista de todo lo que recibimos del Señor, ¿qué contendría? ]¿De qué manera sentimos que hemos aprovechado al máximo lo que hemos recibido para la edificación del Reino de Dios y para su gloria?
Astucia: Al final de la parábola, parece como si el Señor estuviera alabando a los niños del mundo. El mayordomo fue al menos sagaz al prepararse para su futuro temporal, buscando provisiones futuras. Estaba haciendo uso de un don dado por Dios, su inteligencia. A pesar de la intención algo egocéntrica, era astuto. ¿Con qué frecuencia practicamos esta virtud a la luz de nuestra propia mayordomía?
Hijos de la Luz: El Evangelio de Lucas, acompañado de sus Hechos de los Apóstoles, retrata a la Iglesia como instrumento salvífico de Dios, particularmente instrumental entre la muerte de Cristo y su segunda venida. La Iglesia es un don que sus hijos están llamados a aprovechar como sus administradores. ¿Somos astutos en el uso de este don? ¿Descuidamos los medios salvíficos que la Iglesia nos ofrece en sus sacramentos? ¿Lo secuestramos para nuestros propios propósitos morales? ¿O nos esforzamos por comprender este don y nos esforzamos astutamente por ser hijos de la luz?
Luke 16:1-8
También dijo a sus discípulos: “Había un hombre rico y tenía un mayordomo que le fue denunciado por haber derrochado sus bienes. Llamó al hombre y le dijo: '¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Hazme un informe de tu mayordomía porque ya no serás mi mayordomo.' Entonces el mayordomo se dijo a sí mismo: 'Ahora que mi amo me quita la mayordomía, ¿qué debo hacer? ¿Excavar? No soy lo suficientemente fuerte. ¿Ir a mendigar? Debería estar demasiado avergonzado. Ah, sé lo que haré para asegurarme de que, cuando me despidan de mi cargo , haya algunos que me den la bienvenida a sus hogares. Luego llamó uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le dijo: '¿Cuánto le debes a mi amo?' —Cien medidas de aceite —dijo—. El mayordomo dijo: 'Toma, toma tu bono; siéntate y rápidamente escribe cincuenta. A otro le dijo: 'Y usted, señor, ¿cuánto debe?' —Cien medidas de trigo —dijo—. El mayordomo dijo: 'Toma, toma tu bono y escribe ochenta'. El maestro elogió al mayordomo deshonesto por su astucia. Porque los hijos de este mundo son más astutos en el trato con los de su propia especie que los hijos de la luz.”
Oración de apertura: Señor Jesús, concédeme ser un buen administrador de todo lo que me ofreces.
Encuentro con Cristo:
Conversando con Cristo: Señor Jesús, ¿cómo me llamas a ser administrador de todos tus dones, particularmente el de la Iglesia? Ayúdame a ver dónde están mis motivos en el uso de los dones que me ofreces y ayúdame a ser astuto.
Resolución: Señor, hoy por tu gracia escucharé cómo me llamas a ser mayordomo en este mundo y en la Iglesia.
Para mayor reflexión: siete temas de la enseñanza social católica .