Matthew 16:24-28

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “El que quiera ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a alguien ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué puede dar alguien a cambio de su alma? Porque el Hijo del Hombre va a venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según lo que haya hecho. De cierto os digo que algunos de los que están aquí no gustarán la muerte antes de ver al Hijo del Hombre viniendo en su Reino.

Oración de apertura: Señor Jesús, concédeme la gracia de conocerte verdaderamente y, al conocerte, amarte y seguirte con valentía como un discípulo fiel.

Encuentro con Cristo:

1. Un llamado urgente a la valentía: La primera lectura de hoy plantea el drama perenne y universal de la tensión entre el bien y el mal. A pesar de su contexto histórico específico, la tensión trasciende tiempos y culturas. Nahum profetizó la caída de Nínive, la capital del imperio asirio. La profecía se cumplió en el 612 a. Nahum predica en un período oscuro de la historia de Nínive. Aunque hubo un breve período de conversión después de las advertencias de Jonás alrededor del año 760 a. C., Judá ahora estaba sumida en la abominación de la idolatría. Nahum destacó la justicia de Dios y su disposición para castigar a la ciudad por su pecaminosidad. Sin embargo, estaba al tanto del pequeño remanente de fieles y los consoló con promesas del poder restaurador de Dios. Sus palabras animaron su lucha por permanecer fieles y valientes en medio del compromiso cultural y espiritual que los rodeaba.

2. Coraje cristiano diario: La proclamación de Jesús de “renunciar a sí mismo, tomar la cruz y seguir” es un mandato difícil de cumplir. No pinta la escena con palabras floridas. “¿Qué ganará alguien con ganar el mundo entero y perder su vida?” Jesús nos invita a tomar nuestras cruces y permanecer firmes en seguirlo, sin importar el sacrificio. Nuestros corazones son desafiados por estas condiciones para el discipulado de Cristo, y nos consolamos con las promesas de Nahum sobre el poder restaurador de Dios.

3. El reino de Dios está cerca: Después de la audaz declaración de Jesús sobre el discipulado, se afirmó a sí mismo como el Mesías. Jesús es justicia de Dios y poder restaurador en su misma persona. Él pone al descubierto las intenciones del alma, revelando la orientación del corazón de la persona, ya sea hacia el servicio y la alabanza del Señor o hacia la idolatría. Afirmó que hay quienes no verán la muerte antes de que el Hijo del Hombre venga “en la gloria de su Padre” y “en su Reino”. Quiere establecer un orden nuevo en el corazón del hombre que glorifique al Padre a través de la cruz.

Conversando con Cristo: Señor Jesús, concédeme verdadero coraje para dejar atrás los “ídolos” en mi corazón y seguirte a pesar del costo. Que tu gracia me baste en la lucha por glorificarte a través de las cruces diarias para que tu poder restaurador reine en mi corazón.

Resolución: Señor, hoy, por tu gracia, estaré atento a la atracción de los ídolos en mi corazón y me volveré con fe a tu poder restaurador.

Para mayor reflexión: Discernimiento de espíritus, Regla 3 .