Daily Reflection

Confianza ilimitada

May 28, 2022 | Saturday

Teresa Williams

  • Sábado de la Sexta Semana de Pascua
  • John 16:23-28

    Jesús dijo a sus discípulos: “Amén, amén, os digo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pidan y recibirán, para que su gozo sea completo. “Te he dicho esto en figuras retóricas. Viene la hora en que ya no os hablaré en cifras, sino que claramente os hablaré del Padre. En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que pediré al Padre por vosotros. Porque el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis llegado a creer que yo vine de Dios. Yo vine del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre”.

    Oración de apertura: Querido Jesús, mientras la Iglesia se prepara para celebrar tu Ascensión al Cielo, permíteme escuchar tus palabras de despedida con un profundo deseo de atesorarlas en mi corazón. Permíteme entrar en el corazón del Padre y practicar la confianza de un niño en su amor por mí.

    Encuentro con Cristo:

    1. Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará: A lo largo de su ministerio público, Jesús habló de su relación con el Padre desde un lugar de total seguridad en el amor del Padre. Un hombre como nosotros, vivió su vida en confianza amorosa en el Padre y en absoluta referencia a él. Experimentó la certeza inquebrantable de que el Padre escuchaba todas sus oraciones y no le negaría nada de lo que pidiera. En las últimas horas de su vida, cuando cada palabra contaba, lo que más ocupaba su mente era el deseo de que sus amados Apóstoles descubrieran la alegría de la confianza absoluta en el Padre que siempre había conocido. Los invitó a “echar las redes” en la fe, a atreverse a confiar sus necesidades y deseos más profundos a su Padre celestial en su nombre.

    2. Pide y recibirás, para que tu gozo sea completo: Es como si Jesús nos rogara que le pidiéramos que nos concediera los anhelos más profundos de nuestro corazón. Su corazón anhela darnos. Él nos ha creado capaces de tener una relación con él, y es su mayor alegría que elijamos esta relación. Le encanta ver a sus hijos encontrar y elegir la mayor fuente de alegría que nuestros corazones puedan encontrar. Él abre su corazón de par en par y nos grita: “buscad, suplicad, pedid… y se os dará”. Nuestra petición es la forma en que respondemos al amor de Dios, nuestro corazón se abre con fe y confianza, nuestra decisión consciente de confiar en Dios en lugar de en nosotros mismos. Y cuando abrimos nuestro corazón de esta manera, pidiéndole a Dios que nos conduzca a la realización de nuestros anhelos más profundos, podemos estar seguros de que nos conducirá a la plenitud del gozo en él.

    3. El Padre mismo os ama: En la Última Cena, mientras pasaba esos últimos e íntimos momentos con sus Apóstoles, el corazón de Jesús ardía con el deseo de compartir lo que más amaba con aquellos a quienes amaba. Una de las cosas que más ocupaba su corazón era el deseo de que los suyos conocieran al Padre como él lo hizo, para poder transmitirles su confianza inquebrantable en el amor de su Padre. Reunidos alrededor de la mesa en ese aposento alto, Jesús compartió con ellos cuán preciosos eran para el Padre. Quería que supieran que por ser suyos, el Padre los miró y vio a su Hijo, amándolos con el mismo amor con que amó a Jesús.

    Conversando con Cristo: Querido Jesús, gracias por revelarme al Padre y mostrarme las dimensiones impensables de su amor por mí. Concédeme la fe para actuar según tus palabras y encomendar mi vida y mis deseos más profundos al cuidado del Padre. Quiero descubrir lo que significa vivir en la confianza de un niño y confiar en Dios como mi Padre, no solo de palabra sino también de hecho. Enséñame, divino Maestro.

    Resolución: Señor, hoy por tu gracia, presentaré mis necesidades y deseos más apremiantes al Padre, pidiéndole en tu nombre que se haga cargo de aquellas áreas de mi vida que más me cuesta encomendarle.

    Para una mayor reflexión: primer verso de “God is Love”, de Chris Renzema:

    Que grande este amor

    Oh, está moviendo todas mis montañas

    es amor perfecto

    Está expulsando mi miedo

    Que grande este amor

    Oh, me recibe como familia

    Y donde quiera que vaya

    me encuentra allí

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