Daily Reflection

Libertad del redil

May 9, 2022 | Monday

Nan Balfour

  • Lunes de la Cuarta Semana de Pascua
  • John 10:1-10

    “Amén, amén, os digo que cualquiera que no entra por la puerta en un redil de ovejas, sino que salta por otra parte, es un ladrón y salteador. Pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre, y las ovejas oyen su voz, mientras el pastor llama a sus propias ovejas por su nombre y las saca. Cuando ha echado fuera a todos los suyos, va delante de ellos, y las ovejas lo siguen, porque reconocen su voz. Pero no seguirán a un extraño; huirán de él, porque no reconocen la voz de los extraños.” Aunque Jesús usó esta forma de hablar, los fariseos no se dieron cuenta de lo que estaba tratando de decirles. Entonces Jesús dijo de nuevo: “Amén, amén, les digo, yo soy la puerta para las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no los escucharon. yo soy la puerta El que por mí entre será salvo, y entrará y saldrá y hallará pastos. Un ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

    Oración de apertura: El Señor es mi pastor; no hay nada que me falte. En verdes pastos me hace descansar; a aguas de reposo me conduce; él restaura mi alma. Me guía por caminos rectos por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me confortan. Pones mesa delante de mí delante de mis enemigos; unges mi cabeza con aceite; mi copa se desborda. En verdad, el bien y la misericordia me perseguirán todos los días de mi vida; Moraré en la casa del Señor por días interminables.

    Encuentro con Cristo:

    1. El redil: “Amén, amén, os digo que cualquiera que no entra por la puerta en un redil de ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón y salteador”. Una definición de redil es un muro de piedra de tres pies que se abre hacia el cielo. Se dice que una oveja puede saltar hasta un metro de altura, y cualquiera que intente entrar no tendría problemas para pasar por encima de ese muro bajo. Este tipo de redil supone un pastor siempre alerta y atento. La Iglesia Católica es como esta especie de redil. Las ovejas tienen la libertad de saltar la pared si así lo desean, y cualquier persona del exterior puede entrar fácilmente. Nosotros también tenemos esa libertad. “Dios quiso que el hombre se dejara en manos de su propio consejo, para que buscara por sí mismo a su Creador y alcanzara libremente su plena y bendita perfección, adhiriéndose a él” (CIC 1743). “La Iglesia propone. Ella no impone nada” (San Juan Pablo II).

    2. Ladrones y salteadores: El Catecismo afirma: “La gracia de Cristo no es rival en lo más mínimo de nuestra libertad cuando esta libertad concuerda con el sentido de la verdad y el bien que Dios ha puesto en el corazón humano” (1742). Los seres humanos son mucho más inteligentes que las ovejas, pero somos sabios si buscamos en ellos su ejemplo de confianza. Se dice que mientras las ovejas estén llenas y se sientan protegidas, estarán felices de permanecer en su lugar. Nuestra fe enseña que los “ladrones y salteadores” que nos tientan son la carne, el mundo y el diablo. Si creemos que Jesús es el Hijo de Dios, el Buen Pastor, que nos provee completamente y nos protege del mal, ¿por qué nos encontramos confundiendo las voces del vicio con algo bueno y digno de seguir?

    3. La Voz del Pastor: “Pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre, y las ovejas oyen su voz, mientras el pastor llama a sus propias ovejas por su nombre y las saca. Cuando ha echado fuera a todos los suyos, va delante de ellos, y las ovejas lo siguen, porque reconocen su voz. Con más de treinta mil denominaciones cristianas protestantes en el mundo, hay varios entendimientos de quién es Jesús. Para los católicos, podemos confiar en quién es Jesús a través de las Escrituras, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia Católica. Estos tres pilares de la Iglesia, como el Buen Pastor, el portero y la puerta, son Jesucristo, quien prometió que no nos dejaría huérfanos (Juan 14:18). Cuando dudamos, tememos y nos encontramos perdidos por el pecado, podemos confiar en que Jesús, el Buen Pastor, está siempre alerta y atento y nos llevará de vuelta al redil de la Iglesia. Podemos confiar en Jesús a través de su Iglesia para que nos provea y proteja como él dice: “El que por mí entre, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. Un ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

    Conversando con Cristo: Señor, creo que eres el Buen Pastor. Creo que me proveerás y me protegerás. Lo siento por todas las veces que he dejado tu redil para seguir mi propio camino. La verdadera libertad está en ti, Dios. Gracias por el don de la Iglesia, donde siempre puedo volver a casa y buscar la reconciliación a través de los sacramentos.

    Resolución: Señor, hoy por tu gracia aprenderé lo que enseña el Catecismo sobre los pilares de la Iglesia: Escritura, Tradición Apostólica y Magisterio leyendo y reflexionando sobre CCC 74-141.

    Para mayor reflexión: Contemple Efesios 1:15-23 sobre la Iglesia como el Cuerpo de Cristo.

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