Daily Reflection

Envíanos una señal

February 14, 2022 | Monday

Cathy Stamper

  • Memoria de los Santos Cirilo, Monje, y Metodio, Obispo
  • Mark 8:11-13

    Los fariseos se adelantaron y comenzaron a discutir con Jesús, buscando de él una señal del cielo para probarlo. Suspiró desde lo más profundo de su espíritu y dijo: “¿Por qué busca señal esta generación? En verdad os digo que no se dará señal a esta generación”. Luego los dejó, volvió a subir a la barca y se fue a la otra orilla.

    Oración de apertura: Padre Celestial, vengo ante ti en este día buscando conocerte, servirte y amarte. Fortalece mi fe y abre mis ojos para ver las muchas formas en que te revelas a mí.

    Encuentro con Cristo:

    1. Discutiendo con Dios: Los fariseos habían pasado toda su vida estudiando la palabra de Dios en el Antiguo Testamento, pero no reconocieron a Jesús cuando estaba justo frente a ellos. Este es uno de los muchos relatos en los que un grupo de fariseos se acercó a Jesús para discutir con él, ponerlo a prueba y hacerle tropezar. Sabemos que estaban amenazados por su popularidad y tal vez estaban cegados por su propia arrogancia y sentido de su propia importancia. Qué irónico que estuvieran exigiendo una señal del Cielo para probar a Dios mismo. Por supuesto, podemos caer en la misma tentación de buscar señales, especialmente durante un momento de agitación emocional cuando nuestra confianza ha sido quebrantada. Pero Nuestro Señor tiene compasión de nosotros cuando le pedimos con sinceridad, tratando de comprender nuestras circunstancias y profundizar nuestra fe. También nos invita a proclamar: “Hágase tu voluntad”, nos envíe o no la señal que buscamos.

    2. La Profundidad de Su Espíritu: Qué cansado parecía Jesús en este pasaje del Evangelio. Podemos imaginarlo frustrado y entristecido por su testarudez. Vio a cada fariseo como un hijo amado, creado a imagen y semejanza de Dios, y bendecido con el conocimiento, la sabiduría y la tradición de la fe judía. Sin embargo, a pesar de sus muchas ventajas espirituales, discutieron petulantemente con él y exigieron que se probara a sí mismo una y otra vez. Aquí acababa de curar milagrosamente a los sordos y ciegos (Marcos 7:31-37), y sin embargo exigían otra señal. En nuestra vida, no está de más pedir una señal, pero nuestra propia búsqueda de señales siempre debe basarse en la fe y la humildad, llena de esperanza, y nunca de presunción o desesperación.

    3. Los dejó: Juan 3:16 nos asegura que “tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. Sin embargo, Jesús, completamente divino, también fue completamente humano. Nunca dejó de amar a los hombres que lo acosaban, pero se frustró. ¿Por qué los dejó? Presumiblemente, se dio cuenta de que realmente no estaban buscando una señal, solo buscaban hacerlo parecer débil y tonto. Jesús se fue y se fue a otra orilla. ¡Esta es una lección para nosotros! Jesús nunca dejará de amarnos, pero no nos obligará a aceptarlo ni a construir una relación con él. El es un caballero. Debemos invitarlo a nuestras vidas y corazones, y darle nuestro amor y atención en la oración.

    Conversación con Cristo: Jesús, abre mi corazón. Ayuda mis momentos de incredulidad. Que viva hoy y todos los días enfocado en amarte más profundamente y servirte según tu voluntad. No quiero presumir tu bendición, ni caer en la desesperación habiendo perdido toda esperanza en ti. Sólo por tu gracia puedo venir a ti cimentado en la humildad, dispuesto a aceptar tu voluntad.

    Resolución: Señor, hoy por tu gracia rezaré la oración de Marcos 9:24: “¡Señor, creo, ayuda mi incredulidad!” cada vez que me siento abrumado o temeroso.

    Para mayor reflexión: Reflexión diaria por el p. Libby.

    © 2024. EPRIEST, Inc. All rights reserved.

At ePriest, we are dedicated to supporting Catholic priests as they serve their people and build up the Church.

We invite you to explore our resources to help your own ministry flourish!

Sign Up Now