- Fiesta de los Santos Inocentes, Mártires
Jesús nació en tiempos difíciles: Herodes tenía poder temporal y lo ejerció descuidadamente, lo que resultó en la matanza de niños inocentes. Con qué frecuencia sucede que quienes están en el poder toman decisiones que a nuestros ojos parecen sin sentido. La muerte de estos inocentes niños, sin embargo, no fue en vano. Ellos fueron los primeros testigos de la realidad de la contradicción de Cristo y, en ello, también recibieron su recompensa como mártires. Jesús se acerca cuando le ofrecemos los pequeños sufrimientos que soportamos diariamente. De hecho, nuestros sufrimientos podrían requerir soportar la tiranía de líderes difíciles, como lo hizo esta generación. ¿Cómo es dar testimonio de Cristo cuando no todos nos apoyan? ¿Cómo estamos viviendo esta temporada navideña dando testimonio de Cristo?
José respondió al impulso de Dios: A San José se le dio la misión de guardián del Redentor. Usó toda su humanidad –su poder, su fuerza, su habilidad en carpintería y su disciplina en la oración– para llevar a cabo su trabajo como padre y proveedor. Era muy consciente de la necesidad de responder a las inspiraciones que Dios le daba. En ese momento, José puso su confianza en Dios y respondió prontamente a lo que le reveló el sueño. Sabía que su docilidad requeriría construir una vida nueva y temporal en Egipto para su familia, y debió haber necesitado valor para seguir adelante. En nuestra propia vida, hay cosas que Dios nos pide que requieren valor. Podemos invocar a San José para que nos dé fuerza para hacer la voluntad de Nuestro Señor, sin importar cuán inconveniente sea.
Jesús fue custodiado por un padre: Aunque Jesús es Dios, recibió y necesitaba el don de un padre terrenal en la persona de San José. El cuidado amoroso y la preocupación de José por la Santísima Madre y su niño Jesús no quedaron registrados en las Escrituras. Tampoco sus sacrificios fueron para la provisión diaria de su familia. Es posible que José se sintiera insignificante y no preparado para su papel como guardián de Jesús y María. A veces podemos sentirnos insignificantes y preguntarnos si nuestro “sí” al Señor importa. Así como Nuestro Señor seleccionó a San José para ser padre de Jesús, también nos ha elegido a nosotros para conocerlo, amarlo y servirlo en este tiempo y lugar. Nada –ninguna acción nuestra– es insignificante si se ofrece al Señor con amor. Como dice el hermano Lawrence : "Podemos hacer pequeñas cosas para Dios... A mí me basta con recoger una pajita de la tierra por amor de Dios".
Matthew 2:13-18
Cuando los magos se fueron, he aquí el ángel del Señor se apareció a José en sueños y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te lo diga. Herodes va a buscar al niño para destruirlo”. José se levantó, tomó al niño y a su madre de noche y partió hacia Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso. Ordenó masacrar a todos los niños de dos años para abajo en Belén y sus alrededores, según el tiempo que había averiguado por los magos. Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías: Se oyó una voz en Ramá, sollozos y grandes lamentos; Raquel llorando por sus hijos, y no quería ser consolada, pues ya no existían.
Oración inicial: Señor, gracias por esta oportunidad de venir ante ti en oración. Ayúdame a seguir celebrando tu nacimiento durante esta octava de Navidad. ¿Puedo extraer de esta aleccionadora historia en la lectura de hoy alguna guía para mi día?
Encuentro con Cristo:
Conversando con Cristo: Querido Señor, hay hombres en este mundo que no protegen al inocente, que no logran mantenerse firmes y fuertes en la virtud. Esto podría resultar desconcertante, pero también sé que hay hombres buenos, verdaderamente humildes y santos, como San José, que se esfuerzan por amar y proteger a los inocentes. Gracias, Señor, por todas las personas que defienden la verdad en esta época. Que tenga la fuerza, el coraje y la fe para imitar a San José en su protección de los inocentes y en el trabajo humilde y tranquilo de la vida cotidiana que sin duda te ofreció.
Resolución: Señor, hoy por tu gracia quiero dar testimonio de mi fe en ti cuando se presente el momento. VenirEspíritu Santo.
Para una mayor reflexión:esta reflexión destaca la vida y la misión de San José y su relevancia en el mundo actual.