Daily Reflection

¿Quién busca a quién?

November 16, 2021 | Tuesday

Beth Van de Voorde

  • Martes de la trigésima tercera semana del tiempo ordinario
  • Luke 19:1-10

    Llegó a Jericó y tenía la intención de atravesar el pueblo. Un hombre allí llamado Zaqueo, que era un recaudador de impuestos en jefe y también un hombre rico, buscaba ver quién era Jesús; pero no podía verlo a causa de la multitud, porque era bajo de estatura. Entonces corrió y se subió a un sicómoro para ver a Jesús, que estaba a punto de pasar por ese camino. Cuando llegó al lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que quedarme en tu casa". Y descendió rápidamente y lo recibió con gozo. Cuando todos vieron esto, empezaron a quejarse, diciendo: "Se ha ido a vivir a la casa de un pecador". Pero Zaqueo se paró allí y dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes se la daré a los pobres, y si he arrebatado algo a alguien, se lo devolveré cuatro veces. Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa porque este hombre también es descendiente de Abraham. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar ya salvar lo que se había perdido ".

    Oración inicial: Buen Jesús, creo que deseas pasar este tiempo conmigo mucho más de lo que sé. También deseo estar contigo, abrirte mi corazón, recibir tu palabra y dejarte encontrar y hacer tu hogar en mí. Confío en ti. Te amo. Ven Espíritu Santo, ayúdame a orar.

    Encuentro con Cristo:

    1. Un buscador: Parece haber una contradicción en las primeras líneas de este pasaje. Primero, el evangelista Lucas nos dijo que Jesús "tenía la intención de pasar por el pueblo". Luego, "cuando Jesús llegó al lugar", se detuvo. La razón por la que sus planes cambiaron tenía un nombre: Zaqueo. Este hombrecillo de gran corazón tenía el poder de “cambiar” el rumbo de Jesús, de llamar su atención. ¿Qué había en el corazón de Zaqueo que atrajo a Jesús hacia él? ¿O fue al revés? ¿Qué tenía Jesús de Nazaret, un pobre carpintero convertido en rabino, un joven pero carismático hacedor de milagros, que atrajo al rico y preocupado Zaqueo? Este pasaje expresa la dinámica atemporal de la atracción absoluta de Dios por el alma que lo busca. Zaqueo era un buscador, y ningún obstáculo, ni siquiera las multitudes apresuradas o su baja estatura, lo mantendría alejado de esa búsqueda.

    2. Zaqueo buscó a Jesús: La fe se mantiene viva no solo en las disposiciones espirituales. Toma carne y crece a través de acciones concretas, elecciones diarias. Zaqueo buscó a Jesús en medio de la multitud; perseveró a través de las dificultades y buscó superarlas. Vio adónde iba Jesús, corrió y se escabulló por el árbol, encaramado entre las ramas para ver y, probablemente, para ser visto. ¿Cuál podría haber sido la historia de Zaqueo si nunca hubiera elegido y tomado estas acciones? El Señor invita por siempre, nunca fuerza su invitación. La proactividad de Zaqueo abrió su corazón para recibir al Señor a su paso.

    3. Jesús buscó a Zaqueo: Ninguno de los esfuerzos de Zaqueo se perdió en Jesús. ¿Qué debió haber en el corazón de Jesús cuando se puso en camino ese día, sabiendo que se encontraría con Zaqueo? ¿Lo vio correr adelante, encontrando el sicomoro adecuado para sostenerlo y dejarlo ver? ¿Cómo respondió al total deleite y sorpresa de Zaqueo, casi un desafío ante la incredulidad de las multitudes, insistiendo en que su conversión fue real, que estaba dispuesto a enmendar su vida y vivir su fe recién descubierta con autenticidad? Esta es la fe que atrae el corazón de Dios hacia el pecador, hacia el niño necesitado, ese era Zaqueo y eso somos tú y yo.

    Conversando con Cristo: Jesús, le afirmaste a Zaqueo que habías venido a buscar y salvar a los perdidos. También dices esta verdad a mi corazón: nunca te cansas de salir a buscarme. Yo también deseo buscarte. Fortaléceme con tu gracia para realizar diariamente acciones concretas que me abran el corazón y me ayuden a recibir tus invitaciones. Y que mi fe, sincera aunque débil, te atraiga también a mí. Te necesito, Señor, y necesito que nunca te canses de buscarme.

    Resolución: Señor, hoy por tu gracia buscaré y tomaré acciones concretas que fortalezcan mi fe y mi apertura hacia ti.

    Para una mayor reflexión: La santa de hoy, Gertrudis la Grande, tenía una tierna devoción al Corazón de Cristo. Lea más sobre ella aquí .

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