Daily Reflection

Producir buenos frutos

June 23, 2021 | Wednesday

Marybeth Harper

  • Miércoles de la duodécima semana del tiempo ordinario
  • Matthew 7:15-20

    Jesús dijo a sus discípulos: “Cuidado con los falsos profetas, que vienen a ustedes con piel de oveja, pero debajo hay lobos rapaces. Por sus frutos los conocerás. ¿La gente recoge uvas de los arbustos espinosos o higos de los cardos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, y un árbol podrido da malos frutos. Un buen árbol no puede dar malos frutos, ni un árbol podrido puede dar buenos frutos. Todo árbol que no dé buenos frutos será cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los conocerás ".

    Oración inicial: Señor, ayúdame a abrazar profundamente tu enseñanza en estas líneas de la Escritura para que, por tu gracia, produzca solo buenos frutos.

    Encuentro con Cristo:

    1. Cuidado: los falsos profetas siempre han plagado a los creyentes. En estos días, muchos sucumben ante falsos profetas como políticos, estrellas de Hollywood o influencers de Instagram. Los frutos de estos profetas son la división, la confusión, la soledad y la desorientación. La gente busca a Dios en aplicaciones como HeadSpace, en los armarios de meditación o en las clases de ejercicios, sin que Dios se revele en la persona de Jesucristo. Nuestro Señor nos aconsejó "tener cuidado" de estos "árboles podridos". Como todos los falsos profetas, estos nos alejan de la verdad y la felicidad. Si participamos de su fruto, no experimentaremos la paz y el gozo que Nuestro Señor quiere darnos.

    2. Dar buenos frutos: Jesús dijo que los buenos árboles dan buenos frutos y no pueden dar frutos podridos. Hablando espiritualmente, ¿por qué es así? Porque los buenos árboles tienen sus raíces en Cristo y son alimentados por el Espíritu. Saben que deben su existencia a Dios y le dan gloria por su bondad. El fruto que dan es la consecuencia espiritual de una vida alineada con la voluntad de Dios para ellos. Su fruto es obra de Dios, no de ellos.

    3. Los conocerá: Si es posible conocer a los falsos profetas por sus malos frutos, ¿por qué se engañan a tanta gente? Una posibilidad es que las personas elijan la “fruta mala que está al alcance de la mano” sobre la fruta buena menos accesible. Para discernir el buen fruto del mal fruto, debemos conocer a Jesucristo. Tenemos que esforzarnos en leer, estudiar, hacer preguntas, es decir, buscar y orar. A medida que nos acercamos a Cristo, él nos da formas de discernir los buenos frutos de los malos frutos y los árboles buenos de los malos. A medida que crecemos en santidad, no solo reconocemos más fácilmente el buen fruto, sino que por su obra dentro de nosotros, damos buenos frutos propios, como el perdón, la humildad, la castidad, el amor, la misericordia y el dominio propio.

    Conversar con Cristo: Señor, abundan los falsos profetas, y su fruto parece atractivo y satisfactorio. Protégeme a mí y a mis seres queridos de consumir frutas malas. Que tu presencia sea tan poderosa dentro de mí que no pueda evitar dar buenos frutos para tu gloria.

    Resolución: Señor, hoy, por tu gracia, oraré ardientemente por los líderes de nuestro mundo que están alejando a la gente del Evangelio.

    Para una mayor reflexión: CCC 1832: Los frutos del Espíritu son perfecciones que el Espíritu Santo forma en nosotros como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce de ellos: caridad, alegría, paz, paciencia, bondad, bondad, generosidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, dominio propio y castidad.

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