Mark 10:28-31

Pedro comenzó a decirle a Jesús: “Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús dijo: “Os aseguro que nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o tierras por mí y por el evangelio, no recibirá cien veces más. ahora en este siglo presente: casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y vida eterna en el siglo venidero. Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos serán primeros”.

Oración de apertura: Señor Jesús, aunque no lo merezco, estoy agradecido por tu amor. A veces seguirte no es fácil. Me pierdo y caigo en el pecado, pero tú siempre me encuentras. Suavemente me llevas al camino de regreso a tu corazón. Ayúdame a perseverar en seguirte.

Encuentro con Cristo:

1. ¿Qué hay de nosotros?: Pedro acababa de escuchar a Jesús decir a todos lo difícil que puede ser entrar en el reino de los cielos. “¡Es más fácil pasar un camello por [el] ojo de [una] aguja, que entrar en el reino de Dios un rico!” (Marcos 10:25). Todos estaban asombrados. En este contexto, Pedro expresó el pensamiento que probablemente estaba en la mente de todos: “Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. En otras palabras, "¿Qué pasa con nosotros?" Dios bendiga a Pedro por su franqueza. Sin su arrebato, nos hubiéramos perdido el consuelo que Jesús ofreció a continuación. Nunca debemos dudar en decirle al Señor lo que tenemos en mente. Él ya lo sabe y nos ama de todos modos. El mismo acto de orar desde nuestro corazón desencadena gracias del Sagrado Corazón de Jesús.

2. Los primeros serán los últimos: Los “primeros” en este mundo creen en sí mismos. Creen que se merecen su estatus elevado. Creen que son más fuertes, más inteligentes, más hermosos, etc., que los demás. Pueden ser exigentes, desagradecidos, engreídos y, a veces, francamente enojados. Estas no son las cualidades de los “primeros” que pertenecen al reino de Nuestro Señor. Estos “primeros” no creen en sí mismos sino en Dios, que los sostiene. Creen que si son más fuertes, más inteligentes o más hermosos que los demás, el atributo debe usarse para glorificar a Dios y servir a los demás. Son agradecidos, pacíficos, llenos de alegría y auténticos. Pueden o no ser los "últimos" en un sentido mundano, pero por su fe, se han asegurado un lugar privilegiado con Dios por toda la eternidad.

3. La Recompensa: El análisis costo-beneficio se utiliza para analizar las decisiones empresariales antes de comprometerse con una, pero relacionemos este concepto con la decisión de seguir a Jesús. “Toma tu cruz y sígueme”, dijo Jesús. Caminar con Jesús puede significar que sufrimos dificultades, pero los beneficios superan la carga de llevar nuestras cruces porque no las llevamos solos. Jesús nos acompaña a través de nuestros dolores y da sentido a nuestros dolores. Y también hay una promesa, una recompensa: cuando ofrecemos nuestra vida a Jesús, ganamos el gozo de su amistad, que es un tesoro inestimable, y recibimos una herencia en el cielo que dura para siempre.

Conversando con Cristo: Querido Jesús, gracias por llamarme a la fe católica. Me recuerda que ningún bien mundano puede verdaderamente llenar mi corazón. La alegría de conocerte es el mayor tesoro de todos. Llena mi corazón con fe y esperanza, y con la visión del cielo, especialmente cuando las circunstancias a mi alrededor se pongan difíciles. Que siempre encuentre paz y alegría en tu presencia.

Resolución: Señor, hoy, por tu gracia, haré un plan para ir a confesarme.

Para mayor reflexión: Tómese su tiempo para hacer su examen de conciencia esta noche a través de Reimaginando el Examen . Mire hacia atrás y vea cómo Jesús le dio gozo hoy.