Daily Reflection

Comenzando el camino de la Cuaresma

February 17, 2021 | Wednesday

Fr. Steven Reilly, LC

  • Miércoles de ceniza
  • Matthew 6:1-6, 16-18

    Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no realizar obras de justicia para que la gente las vea; de lo contrario, no recibirá recompensa de su Padre celestial. Cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para ganarse la alabanza de los demás. De cierto os digo que ya recibieron su recompensa. Pero cuando des limosna, no dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea secreta. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ore, no sea como los hipócritas, a quienes les encanta estar de pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles para que otros puedan verlos. De cierto os digo que ya recibieron su recompensa. Pero cuando reces, ve a tu habitación interior, cierra la puerta y reza a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ayune, no se vea triste como los hipócritas. Descuidan su apariencia, de modo que a los demás les puede parecer que están ayunando. De cierto os digo que ya recibieron su recompensa. Pero cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para que no parezcas estar ayunando, excepto a tu Padre que está escondido. Y tu Padre, que ve lo que está escondido, te recompensará ”.

    Oración inicial: Señor Jesús, hoy comienzo mi jornada de Cuaresma. Buscaré complacerte a ti y solo a ti con mis compromisos de sacrificio. Ayúdame a perseverar durante este tiempo. Sé que soy débil y estoy sujeto a la tentación. Llena mi alma con tu fortaleza, para que pueda hacer de estas resoluciones un verdadero acto de amor para ti.

    Encuentro con Cristo:

    1. Recordando que somos polvo: Desde la antigüedad, las cenizas han sido un signo de humildad y arrepentimiento. En el libro de Jonás, toda la ciudad de Nínive se vistió de cilicio y se sentó sobre cenizas, esperando que esto moviera a Dios a la misericordia. El arrepentimiento comienza con recordar quiénes somos sin Dios. Las palabras del sacerdote cuando administra las cenizas nos ayudan a recordar nuestros orígenes humildes. Dios toma ese polvo y le da vida con el increíble regalo del alma inmortal infundida. Al comenzar la Cuaresma, cultivamos una profunda humildad, dándonos cuenta de que los dones de Dios son la fuente de todo lo bueno que tenemos y somos.

    2. Penitencia que no es hipócrita: El Evangelio tiene una advertencia saludable. Un riesgo laboral para los cristianos es la hipocresía. Caemos en la hipocresía cuando se cultivan las apariencias pero el corazón permanece inconverso. Reducimos el acto de recibir cenizas a un rito vacío si no aceptamos su significado con todo nuestro corazón. Que nuestro amor humilde y considerado por los demás hable más fuerte que incluso las cenizas en nuestras frentes.

    3. El Padre que ve: En última instancia, nuestras obras deben ser para Dios y no para otros. Durante esta Cuaresma, tenemos una maravillosa oportunidad para hacer resoluciones y ofrecer sacrificios de diversa índole, pero sobre todo, vayamos a nuestro salón interior a orar. Necesitamos conectarnos con el Padre que nos ve siempre y quiere que pongamos todo nuestro amor y esfuerzo en nuestra relación con él. Jesús también habla de una recompensa: "Tu Padre, que ve lo que está escondido, te recompensará". ¡No hay mayor recompensa que simplemente estar cerca de él!

    Conversar con Cristo: Jesús, te doy gracias por estas cenizas, un recordatorio hoy de mi humildad. Que despierten en mi alma sentimientos de remordimiento por mis pecados y faltas, pero con la total confianza de que me estás dando la gracia del arrepentimiento. Señor, limpia mi corazón y hazlo más como el tuyo.

    Resolución: Señor, hoy por tu gracia te ofreceré mis propósitos cuaresmales para mis intenciones concretas, pero, sobre todo, para crecer más en tu amor.

    Para más reflexión: Padre celestial, protégenos en nuestra lucha contra el mal. Al comenzar la disciplina de la Cuaresma, santifiquemos esta temporada con nuestra abnegación. Concédelo por medio de nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos (Colecta de Apertura, Liturgia del Miércoles de Ceniza).

    © 2024. EPRIEST, Inc. All rights reserved.

At ePriest, we are dedicated to supporting Catholic priests as they serve their people and build up the Church.

We invite you to explore our resources to help your own ministry flourish!

Sign Up Now