- Jueves de la Quinta Semana del Tiempo Ordinario
Jesús no pudo escapar Aviso: Jesús inicialmente trató de mantener su misión algo clave y oculta porque sabía que algunas personas querrían frustrarla. Aún así, aquellos que estaban abiertos y escuchando se dieron cuenta, incluso los no judíos como esta mujer griega. Tenía un problema y sabía a dónde acudir para encontrar una solución. Ella cayó a sus pies y le suplicó. A veces podemos preguntarnos dónde está la presencia de Dios en el mundo y por qué algunas personas nunca pueden encontrarlo. En realidad, no es distante en absoluto, es muy cercano y activo, y aquellos que tienen corazones abiertos, listos y esperando lo conocen.
La fe de un pagano: esta madre sabía que no “merecía” estar en la presencia de Jesús, un rabino poderoso y famoso, pero también sabía que necesitaba su intercesión para solucionar este problema, tan claramente más allá de ella. No tenía otra opción, ningún plan B. Y no aceptaría un no por respuesta. ¿Cuántas veces venimos a Dios solo porque sabemos que es lo "correcto", sin la verdadera fe en Dios que nos ama? ¿Sentimos que merecemos la atención y la ayuda de Jesús, o caemos a sus pies en nuestra necesidad?
Amor obstinado: Jesús pareció ignorar y rechazar a esta mujer, pero ella no se echó atrás. Estaba armada solo con su necesidad y su intenso corazón maternal. Ella acababa de escuchar lo que Jesús podía hacer. Jesús debió haber estado muy complacido de ver su total rendición, y con qué humildad respondió a sus aparentes insultos. Como en tantos otros lugares de los Evangelios, Jesús nos muestra que siempre está dispuesto a actuar en la vida de quienes tienen fe en él.
Mark 7:24-30
Jesús fue al distrito de Tiro. Entró en una casa y no quería que nadie lo supiera, pero no pudo pasar desapercibido. Pronto, una mujer cuya hija tenía un espíritu inmundo se enteró de él. Ella vino y cayó a sus pies. La mujer era griega, sirofenicia de nacimiento, y le suplicó que expulsara al demonio de su hija. Él le dijo: “Primero que los niños se alimenten. Porque no está bien tomar la comida de los niños y arrojarla a los perros ". Ella respondió y le dijo: "Señor, hasta los perros debajo de la mesa se comen las sobras de los niños". Luego le dijo: “Por decir esto, puedes irte. El demonio ha salido de tu hija ". Cuando la mujer se fue a casa, encontró al niño acostado en la cama y el demonio se había ido.
Oración inicial: Padre Celestial, hoy vengo ante ti en mi necesidad. Ayúdame a llevar a mi oración hoy lo que más necesito, lo que más deseo, aunque piense o sienta que es imposible. Ayúdame a dejar de lado cualquier racionalismo o escepticismo en tu poder, tu gracia o tu interés en mi vida. Quiero estar totalmente abierto a tu bondad y gracia.
Encuentro con Cristo:
Conversar con Cristo: Jesús, el ejemplo de esta mujer me desafía. Me han enseñado a ser ingenioso, independiente y fuerte frente a pruebas o dificultades, a encontrar soluciones y a solucionar los problemas yo mismo. Sin embargo, esta mujer soltó todo eso y corrió hacia ti. Ella conocía sus límites y te dejó ser Dios en su vida. Ayúdame a entregarme a esa profundidad. Ayúdame a traerte todos los aspectos de mi vida que pretendo tener bajo control. Confío en ti para que te encargues de todo.
Resolución: Señor, hoy por tu gracia te entregaré una cosa. Pondré total fe y confianza en ti para que me proveas en tu bondad y misericordia.
Para una mayor reflexión: Que la oración sea nuestra ocupación más deliciosa; que la oración sea el ejercicio de toda nuestra vida. Y cuando pedimos gracias particulares, oremos siempre por la gracia de seguir orando por el futuro; porque si dejamos de rezar estaremos perdidos (San Alfonso de Ligorio).