Daily Reflection

¡Estar inspirado!

January 3, 2018 | Wednesday
  • Navidad, día de la semana
  • John 1:29-34

    Juan el Bautista vio a Jesús que venía hacia él y le dijo: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Él es de quien dije: 'Un hombre viene detrás de mí que se ubica delante de mí porque existía antes que yo'. No lo conocía, pero la razón por la que vine bautizando con agua era para que se lo hiciera conocido. a Israel. "Juan testificó más allá, diciendo:" Vi al Espíritu bajar del cielo como una paloma y quedar sobre él. No lo conocí, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "A quien veas que el Espíritu baje y permanezca, él es el que bautizará con el Espíritu Santo". Ahora lo he visto y testifiqué. que él es el Hijo de Dios ".

    Oración introductoria: Señor Jesús, sé que todos los cristianos están llamados a proclamarte con sus vidas y a seguir el camino que has enseñado. Quiero crecer más cerca de ti y ser más la persona que quieres que sea. ¡Te amo y anhelo ser transformado por tu gracia!

    Petición: Espíritu Santo, ayúdame a ser atento y dócil a tus inspiraciones.

    1. Confía en el Señor y deja que te guíe: aunque Juan el Bautista sabía que había sido enviado como el Precursor del Mesías, inicialmente no sabía quién sería el Mesías. Pero no dejó que la incertidumbre sobre los detalles lo detuviera. Sabía que Dios tenía un plan y que él había sido llamado a participar; tan pronto como supo qué dirección tomar, se fue, sin importar su destino exacto. Algunas veces podemos querer tener un conocimiento total del plan de Dios, y dudamos en seguir adelante hasta que estemos seguros de que sabemos exactamente qué hacer. Sin embargo, Dios rara vez nos da una visión completa de su plan antes de comenzar. Él quiere que confiemos en él, que actuemos de acuerdo con lo que sabemos y que confiemos en que Dios hará que su plan tenga un buen final. No es que no debemos tener toda la previsión que podamos, pero no podemos esperar que Dios nos deje entrar en su "plan maestro". Cuando Dios nos llama, nuestra respuesta debe ser seguir sin cuestionar los caminos de Dios.

    2. El Espíritu Santo es nuestra guía: El hecho de que tenemos que confiar en Dios y permitirle revelar su plan a medida que avanzamos significa que tenemos que estar muy atentos a su trabajo en nuestra vida. Juan el Bautista reconoció a Jesús porque estaba prestando total atención a las señales que Dios le estaba dando: el Espíritu Santo le reveló que Jesús era el Mesías. Dios usualmente no nos hablará a través de visiones y señales especiales; sin embargo, si tenemos la actitud de apertura de San Juan Bautista a las inspiraciones del Espíritu Santo y vemos la voluntad de Dios en los eventos que nos rodean, podremos discernir su plan para nuestra vida y cumplirlo. El momento más importante para escuchar a Dios es en oración, por lo que reservar tiempo para estar con Dios tiene que ser parte de nuestra rutina diaria.

    3. Tratar con lo inesperado: Cuando San Juan Bautista se dio cuenta de que Jesús era el Mesías, pudo haber sido una sorpresa. Estaban emparentados con las familias de sus madres, y es posible que se conocieran en la juventud antes de que John saliera al desierto. Sin embargo, Juan declara que no sabía quién era el Mesías hasta el momento en que el Espíritu Santo reveló la verdadera identidad de Jesús. Es posible que Juan haya compartido la opinión común de que Jesús era un hombre como cualquier otro, aunque destacado en justicia y piedad. Lo importante es que no duda de la inspiración divina. Más bien, él actúa de inmediato, proclamando a Jesús a sus seguidores. En nuestras propias vidas, Dios puede pedirnos que hagamos lo inesperado, o podemos ver su voluntad en los lugares que menos lo esperamos. Necesitamos tener la disposición de San Juan el Bautista para ver la mano de Dios y actuar en consecuencia, incluso si va en contra de nuestras expectativas.

    Conversación con Cristo: Señor Jesús, conocer tu voluntad en mi vida puede ser difícil a veces. Incluso cuando creo que sé lo que quiere de mí, puede ser difícil seguirlo, especialmente cuando es algo que no esperaba o que requiere que vaya más allá de mi "zona de confort". Pero, Señor, lo hago quiero hacer tu voluntad ¡Concédeme el mismo espíritu de docilidad y dedicación que San Juan Bautista!

    Resolución: Hoy renovaré en oración mi compromiso de siempre buscar conocer y seguir la voluntad de Dios en mi vida. Trataré de escuchar las inspiraciones que el Espíritu Santo da para guiarme en el camino correcto.

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