- Primer domingo de Adviento
Mark 13:33-37
Jesús dijo a sus discÃpulos: "¡Estén atentos! ¡Estar alerta! No sabes cuándo llegará el momento. Es como un hombre que viaja al exterior. Se va de casa y pone a sus sirvientes a cargo, cada uno con su propio trabajo, y ordena al portero que esté atento. Mira, por lo tanto; no sabes cuándo vendrá el Señor de la casa, ya sea en la noche, a la medianoche, en el canto del gallo o en la mañana. Que él no venga de repente y te encuentre durmiendo. Lo que les digo, les digo a todos: '¡Cuidado!' ".
Oración introductoria: Señor Jesús, fácilmente olvido que mereces el primer lugar en mi vida. En este momento, sin embargo, te reconozco como mi Rey y Maestro. Sé que estás presente conmigo ahora y que deseas llenarme con tu gracia. Gracias por tu amistad; Ofrezco mi débil amor a cambio. Te amo, Señor, y deseo que reinas en mi vida.
Petición: Señor Jesús, ayúdame a estar atento y atento a tus santas inspiraciones.
1. "No sabes cuándo vendrá el Maestro de la Casa". Señor Jesús, yo no soy el dueño de mi vida; usted está. Yo, por lo tanto, no deberÃa desperdiciar mi tiempo simplemente haciendo lo que quiero. Tendré que presentarte una cuenta de mi mayordomÃa sobre mi vida, que te pertenece, mi Creador y Redentor. ¿Qué me pedirás cuando vengas por mi alma? ¿Mis acciones diarias demuestran que eres el propietario de mi vida?
2. Mantente Alerta Señor Jesús, este Evangelio puede sonar un poco duro, pero te agradezco por su mensaje. Me recuerdas lo importante que es vivir mi vida cristiana en un estado de tensión saludable, una tensión que no implica frustración o ansiedad de ningún tipo, sino más bien un deseo constante de acercarte más a ti y ser más como tú. Asà como un amante es exquisitamente atento para cumplir todos los deseos de la persona amada, debo estar atento en la menor ocasión para complacerte.
3. Cuando venga, ¿estaré dormido? Este Evangelio me hace reflexionar sobre mi necesidad de recibir el perdón en el sacramento de la reconciliación. El momento definitivo de mi muerte, ese encuentro muy especial cara a cara con usted, Señor, puede venir cuando no lo estoy esperando. Debo estar listo para ese momento. Quiero poder mirarte a los ojos. He tratado de complacerte en mis acciones, y cuando he fallado, he recurrido a ti a través de la confesión para ser lavado de mis pecados. Quiero oÃrte decir: "Bien hecho, buen y fiel servidor". Ven a compartir mi alegrÃa "(Mateo 25:23).
Conversación con Cristo: Señor Jesús, ayúdame a "permanecer despierto" en mi vida diaria, manteniendo el cielo como mi verdadera meta en todo lo que hago. Ayúdame a estar listo en cada momento de mi vida para ser llamado a tu presencia.
Resolución: estableceré un horario regular para recibir el sacramento de la reconciliación con frecuencia.