- Martes de la vigésimo séptima semana del tiempo ordinario
Luke 10:38-42
Jesús entró en una aldea donde una mujer cuyo nombre era Martha le dio la bienvenida. Ella tenÃa una hermana llamada MarÃa, que estaba sentada al lado del Señor a sus pies escuchándolo hablar. Marta, agobiada con mucho servicio, vino a él y le dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para hacer la porción ?, dile que me ayude". El Señor le respondió: "Marta, Marta, estás angustiada y preocupada por muchas cosas, sólo hay una cosa: MarÃa ha escogido la mejor parte y no se la quitará".
Oración Introductorial: Señor Jesús, tú eres el maestro del universo, y sin embargo deseas escucharme y guiarme. Ustedes conocen todas las cosas pasadas, presentes y futuras, y sin embargo respetan mi libertad de elegir ustedes. SantÃsima Trinidad, eres completamente feliz y cumplido por ti mismo, y sin embargo has generosamente nos ha llevado a la existencia. Ustedes son nuestro cumplimiento. Gracias por el don de ti mismo. Ofrezco la pequeñez de mà mismo a cambio, sabiendo que estás contento con lo que tengo que dar.
Petición: Señor, ayúdame a aprender a orar mejor.
1. "Más cosas son forjadas por la oración que este mundo sueña con": Muchas personas buenas ven la oración como algo débil que no ayuda. Asà que ponen su esfuerzo en hacer grandes proyectos, en hacer todo lo posible para lograr el bien en el mundo. Ésto es una cosa buena. Pero la oración es esencial. Incluso si consigo involucrar a miles de otros en mi proyecto, todavÃa no lograré tanto como cuando involucre a Dios. Involucrar a Dios a través de la oración es lo primero y lo más importante que debemos hacer si queremos lograr algo. Como dice el rey Arturo a Sir Bedivere en Morte d'Arthur , de Tennyson: "Más cosas son forjadas por la oración de lo que este mundo sueña."
2. Perseverar en la oración con amor: Muchos crÃticos de la oración se quejan de que rezan mucho, pero no parece hacer ningún bien. Bueno, hay un par de cosas que decir sobre eso. En primer lugar, es necesario que haya amor en mi corazón. Dios necesita ser alguien familiar para mÃ, un amigo. Al pedir un favor, espero obtener una respuesta mayor de alguien que conozco, alguien que está cerca de mÃ, que de un extraño. ImagÃnese si habÃa alguien que apenas conocÃa, y la única vez que lo vi era cuando necesitaba un favor de mÃ. ¿EstarÃa inclinado a darle lo que necesita? En segundo lugar, tengo que perseverar. Como la mujer cananea que pidió a Jesús que curara a su hija, tengo que perseverar en la oración cuando las cosas son difÃciles. Su perseverancia aumentó su fe, y al final, consiguió lo que querÃa. Si persevero en la oración con amor, obtendré todo lo que necesito.
3. Cooperar con el Plan de Dios en lugar de insistir por su cuenta: Tengo que recordar que cada oración tiene su efecto. ¿Con qué frecuencia estoy decepcionado cuando no consigo lo que estoy pidiendo? ¿Estoy lo suficientemente abierto en mi oración para dejar que Dios trabaje como él quiere; para seguir su plan y no el mÃo? ¿Lo obligo a rechazar mi petición haciéndola tan estrecha que no hay forma de incorporarla a su plan? Incluso si no veo los resultados de mi oración, eso no significa que Dios no está escuchando. Dios siempre se levanta a la ocasión y a menudo hace algo mucho mejor de lo que yo querÃa que hiciera. Él hace lo que es mejor para mÃ, aunque no se ajuste enteramente a mi plan. Es posible que nunca sepa o sepa - en esta vida - los detalles de cómo Dios escuchó mis oraciones. Se necesita fe para aceptar esto.
Conversación con Cristo: Querido Señor, cualquier proyecto que emprenda, ayúdame a recordar comenzarlo con oración, orar mientras lo estoy haciendo, y terminarlo con oración. Quiero estar cerca de ti como MarÃa. Quiero servirte como a Martha. Ayúdame a encontrar el orden correcto y el equilibrio en mi vida.
Resolución: Cuando considero lo más importante que estoy haciendo por Dios hoy, estaré seguro de pedirle en oración para que lo bendiga.