- Miércoles de la XVII Semana del Tiempo Ordinario
Matthew 13: 44-46
Jesús dijo a sus discÃpulos: "El reino de los cielos es como un tesoro enterrado en un campo que una persona encuentra y se esconde de nuevo, y de gozo va y vende todo lo que tiene y compra ese campo. Es como un mercader en busca de finas perlas, y cuando encuentra una perla de gran precio, va y vende todo lo que tiene y lo compra.
Oración introductoria: Señor, tú me has hecho por ti mismo, y mi corazón está inquieto hasta que yo descanse en ti. Quiero encontrarte con más profundidad hoy para que puedas ser mi tesoro. Gracias por el regalo de este nuevo dÃa. Se que me quieres. Deseo descubrir tu amor más profundamente y darlo a otros.
Petición: Señor, ayúdame a atesorar el don de tu amistad.
1. En busca de un tesoro: La inquietud en nuestros corazones puede compararse con la búsqueda de un tesoro. De diferentes maneras, todos experimentamos el deseo de amor incondicional, la verdadera bondad, la respuesta a nuestras preguntas más profundas. En Cristo, Dios ha venido a entregarse a nosotros. Él es el que anhelamos; Él es nuestro mayor tesoro. Durante este tiempo de oración profundicemos nuestra conciencia de la grandeza de su don de amistad, y fortalezcamos esta amistad con nuestra apertura a su amor.
2. El Tesoro Inestimable: En Cristo, hemos experimentado la abrumadora fidelidad del amor de Dios por nosotros. En su misericordia, descubrimos que nuestra vida tiene un valor infinito en los ojos del Padre. En sus enseñanzas, encontramos la sabidurÃa para construir nuestra vida en un terreno sólido. En su gracia, recibimos la fuerza para crecer en amor y santidad. Aquà es donde podemos construir un verdadero futuro. Aquà es donde podemos estar a la altura de nuestro llamado a la grandeza. Pero debemos estar dispuestos a dejar de lado todas las demás preocupaciones para poseer este tesoro. Debemos dejar de lado cualquier cosa que trate de darnos una falsa sensación de seguridad fuera de Dios. ¿Estoy haciendo mi amistad con Cristo el único valor que guÃa mi corazón y mis decisiones?
3. El cofre del tesoro sin abrir: Desembalar este tesoro es el trabajo de nuestra vida espiritual. Necesitamos cooperar con la gracia de Cristo para poseer verdaderamente este tesoro. El cultivo de la fe, la esperanza y la caridad nos ayuda a descubrir y vivir este tesoro más plenamente cada dÃa. Nuestros sacrificios y renuncias se hacen para poner en el hombre nuevo nos ayudan a cavar este tesoro fuera de la tierra componen de nuestras vidas. Vivir la caridad generosa nos ayuda a hacer que este tesoro realmente dure y enriquezca nuestras vidas. ¿Estoy sinceramente permitiendo que el tesoro de Cristo me transforme?
Conversación con Cristo: Señor, gracias por el regalo de tu amor. Tú eres el tesoro que realmente anhelo. Ayúdame a entrar más profundamente en tu corazón este dÃa haciendo las cosas a tu manera sin importar el costo. Ayúdame a valorar el regalo de tu amistad por encima de todo lo demás.
Resolución: Haré un pequeño sacrificio de mi tiempo para hacer algo extra por alguien que necesita el amor de Dios.