- Ascensión del Señor
Matthew 28: 16-20
Los once discÃpulos fueron a Galilea, al monte al que Jesús les habÃa ordenado. Cuando lo vieron, adoraron, pero dudaron. Entonces Jesús se acercó y les dijo: "Todo poder en el cielo y en la tierra me ha sido dado." Vayan, pues, y hagan discÃpulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo, EspÃritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado, y he aquà yo estoy con vosotros todos los dÃas, hasta el fin del mundo ".
Oración Introductorial: Señor, creo que tienes el poder de hacer todas las cosas, incluso el poder de cambiar mi corazón de piedra en un corazón que te ama incondicionalmente. El dÃa que me espera estará lleno de innumerables actividades, pero sé que tu presencia me dará la fuerza para hacer todas las cosas que me has ordenado hacer.
Petición: Jesús, ayúdame a obedecer tu orden de difundir tu mensaje.
1. Confianza y Obediencia: La obediencia y la confianza en Dios no son virtudes muy veneradas en la sociedad de hoy, pero la obediencia al mandato de Jesús de ir a Galilea fue la puerta que dio a los apóstoles el acceso a Cristo. Cualquiera de los apóstoles era libre de seguir su camino, pero de esa manera no necesariamente lo llevarÃa a la visión de Cristo Resucitado. HabÃan confiado en él hasta este punto, y demostraron al ir que estaban dispuestos a confiar sus vidas enteramente a su guÃa. Cuando somos obedientes a la Palabra de Dios, a las enseñanzas de Cristo, a las enseñanzas de la Iglesia, estamos dando a Dios rienda suelta para vivir en nosotros y actuar a través de nosotros. La obediencia de este tipo sólo es posible cuando nos comprometemos al Señor cuando confiamos en él y ejercemos una fe viva que él desea guiarnos a través de sus instrumentos designados.
2. La duda es una invitación: "Nuestra ayuda está en el nombre del Señor que hizo los cielos y la tierra" (Salmo 124). Seguir a Jesús es un reto porque no siempre nos permite percibir su presencia. A veces lo vemos actuando con claridad en nuestras vidas; En otras ocasiones dudamos, como lo hicieron los discÃpulos. En lugar de alarmarnos, momentos de duda en nuestros corazones deben ser contrarrestados por una firme decisión de confiar en él siempre. Cristo se acercó a ellos precisamente cuando los discÃpulos dudaban. En el momento en que su visión se nubló, los tranquilizó: "Todo poder en el cielo y en la tierra me ha sido dado". ¿Volvà mi mente y mi corazón a Nuestro Señor tan pronto como mi espÃritu está turbado?
3. Con Dios Todo es Posible: Jesús quiere compartir su poder con nosotros, y lo hace a través de los Sacramentos, comenzando con el Bautismo. Con su poder, también nos da una parte de su misión: "Id, pues, y haced discÃpulos de todas las naciones". La amistad con Jesús es también un compromiso para enseñar a otros a compartir la alegrÃa de conocerlo y amarlo. Nuestra relación con Jesús amplÃa nuestros horizontes porque compartimos su vida y la vida del Padre y del EspÃritu Santo. La misión de hacer discÃpulos de todas las naciones puede parecer desalentadora, pero Dios mismo está de nuestro lado: "He aquÃ, yo estoy con vosotros siempre." Asà que nuestra confianza en el Señor ensancha el estrecho horizonte de nuestro propio egoÃsmo. Necesitamos comprometer nuestros caminos al Señor para que podamos ser instrumentos leales de su misericordia y amor. Estamos llamados a cumplir su mandato de difundir su mensaje a lo largo y ancho.
Conversación con Cristo: Gracias, Jesús, por permitirme compartir tu vida y tu misión. ConfÃo en tu presencia amorosa en mi vida. Tú eres mi fuerza en la debilidad y mi luz en la oscuridad. Ayúdame a seguir tus mandamientos. En ellos te encuentro, y encuentro la paz.
Resolución: Construiré la caridad hoy diciendo sólo cosas buenas acerca de los demás.