- Sábado de la Quinta Semana de Pascua
John 15: 18-21
Jesús dijo a sus discÃpulos: "Si el mundo os aborrece, comprended que antes me odiaba, si pertenecierais al mundo, el mundo amarÃa el suyo, pero porque no pertenecéis al mundo, y yo os he elegido Del mundo, el mundo te odia, recuerda la palabra que te dije: 'Ningún esclavo es más grande que su amo'. Si ellos me persiguen, también ellos te perseguirán, y si guardan mi palabra, también guardarán la tuya, y te harán todas estas cosas por mi nombre, porque no conocen al que me envió ".
Oración Introductorial: Señor, gracias por concederme la oportunidad de estar contigo. Hay cosas en la vida, Señor, que me atraen, pero me atraen más. Espero en ti, y te amo. Tal vez no entiendo lo que significa amar, y tal vez no me encanta la forma en que deberÃa, pero te amo.
Petición: Señor, ayúdame a abrazar mi cruz con alegrÃa.
1. Teniendo la carga: "El mundo me odió primero". Esta es la increÃble historia de los Evangelios. Cristo vino, y la cultura estaba en su contra. A medida que avanza la historia de Cristo en el Evangelio, las fuerzas del antagonismo empeoran: los peligros aumentan con el giro de cada página. Esto era una carga real para Cristo, la carga de un padre cuyos hijos se vuelven contra él. Tal vez yo también sienta esa carga. Tal vez yo experimento ese rechazo de aquellos que me aman o de aquellos que no creen.
2. Aceptación amorosa: Cristo valiente y amorosamente aceptó esa carga. No se quejó. Tal vez le pidió a su Padre una manera más fácil. Es lo mismo en nuestras vidas. A menudo me enfrento a problemas, incluso cuando quiero hacer el bien. Llega un momento en la vida cuando debo aceptar mis limitaciones y las limitaciones que me imponen los demás. Este es un momento memorable en la vida, el momento en que acepto mi cruz como lo hizo Cristo. Esa aceptación no es fácil, pero al mismo tiempo, llena mi corazón de una paz profunda ya veces incluso de alegrÃa.
3. Buscando soluciones: Después de aceptar mi cruz, experimento un nuevo valor, y mi imaginación se dispara. El amor siempre busca soluciones: Cristo nunca dejó de buscar formas de llegar a la cultura. Debo hacer lo mejor que pueda para evangelizar, aunque pueda encontrar oposición. Con la ayuda de Cristo, ningún obstáculo es demasiado grande. Él me ayudará a superar todos los problemas que pueda encontrar. Lo importante es que me mantenga enfocado en el cumplimiento de su voluntad por amor. Él se encargará del resto.
Conversación con Cristo: Señor, tú conoces mi carga. Sabes lo que me hace perder el sueño, lo que me despierta preocuparse. Ayúdame a aceptarlo, ya que aceptaste tu cruz.
Resolución: Dejaré de quejarme y ver qué puedo hacer para aliviar las cargas y sufrimientos de los demás.