- Viernes de la Cuarta Semana de Pascua
John 14:1-6
Jesús dijo a sus discÃpulos: "No se turbe vuestro corazón, tened fe en Dios, tened fe también en mÃ, en la casa de mi Padre hay muchos lugares de morada, si no hubiese habido, os habrÃa dicho que yo soy Te voy a preparar un lugar para ti, y si voy a prepararte un lugar para ti, volveré otra vez y te llevaré a mà mismo, para que donde yo estoy, tú también seas. Thomas le dijo: "Maestro, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, y nadie viene al Padre sino por mÃ".
Oración introductoria: Padre, cuán vacÃa está la vida que no conoce el gozo de Jesús tu Hijo. Hoy he venido a esta oración para conocerte mejor a ti ya tu Hijo, para amarte más e imitar tus perfecciones. Gracias por este tiempo de oración.
Petición: ¡ Señor Jesús, concédeme una mayor intensidad en mi relación contigo, el Camino, la Verdad y la Vida!
1. SÃgame; Yo soy el Camino: ¿Recuerdas los viejos dÃas cuando pararÃas en una gasolinera y pedirÃas direcciones? "SÃgame" fue la forma más fácil de dar instrucciones. Algo asà sucede hoy en el Evangelio. A la pregunta de Tomás, "¿Cómo podemos saber el camino?" Jesús se da a sà mismo como la respuesta. Conocemos el camino con precisión infalible. Una relación personal y apasionada con Cristo es el camino seguro a través de este mundo confuso. Mantengamos nuestra relación con Jesús siempre en nuestro GPS espiritual. Siempre que tenemos dudas, debemos preguntarnos: "¿Cómo actuarÃa Jesús en esta situación? ¿Cuál es el camino que seguirÃa? "
2. Crea en MÃ, Yo Soy la Verdad: Jesús da a sus seguidores una verdad tan sólida, que nada puede sacudirlos. Asà como él es el Camino, él también es la Verdad. "No hay salvación por medio de nadie más, ni hay otro nombre bajo el cielo dado a la raza humana por la cual debamos ser salvos" (Hechos 4:12). Con la Verdad de Jesús, tenemos la respuesta a cualquier pregunta que debamos hacer. ¡Qué consuelo es tener a Jesús como la Verdad en este mundo de almas cansadas y este clima de relativismo.
3. Ven a mÃ, yo soy la vida: "Él es la vida de la fiesta" es un elogio de alta estima en ciertos cÃrculos. Es la bujÃa, la garantÃa para una velada entretenida. Si él no está allÃ, una sensación desinflada cuelga en el aire, y todo el mundo se pregunta si no hay una mejor manera de pasar su tiempo. Una vida vivida con Jesús nunca es aburrida. Él es la "Vida" de algo más que un partido. El cristiano con una relación intensa con Cristo se cumple completamente - nunca se aburre, ni es aburrido.
Conversación con Cristo: Señor, tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Te agradezco por haberme dado la gran gracia de mi fe católica. Ayúdame a compartir con otros la inmensa alegrÃa de esta relación personal que me has dado.
Resolución: Hoy hablaré con alguien acerca de tener una relación personal con Cristo.