- Martes de la primera semana de Cuaresma
Matthew 6:7-15
Jesús dijo a sus discÃpulos: "Al orar, no balbucean como los paganos, que se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras No sean como ellos, su Padre sabe lo que necesitáis antes de pedÃrselo Esta es la forma... usted es orar: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo Danos hoy nuestro pan de cada dÃa, perdona nuestras ofensas como también nosotros. perdonar a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, mas lÃbranos del mal Si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial os perdonará pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones... "
Oración introductoria: Señor, no soy consciente de que usted sabe lo que es mejor para mÃ, y es por eso que yo creo en ti. Usted está más interesado en mi bienestar espiritual de lo que soy, y es por eso confÃo en ti. Siempre me da su perdón amoroso a pesar de mis pecados, y es por eso Te amo.
Petición: Señor, enséñame a orar.
1. La oración es el fruto del silencio: algunas personas les gusta hablar. Exigen ser escuchados, pero no tienen el mismo interés en la escucha. Sin embargo, por lo general, no se puede escuchar si usted no está acostumbrado al silencio. Santa Teresa de Calcuta escribió una vez que la oración es el fruto del silencio. Jesús nos quiere entender que la oración es más de escuchar que de hablar. Cuando estás con alguien que sabe mucho acerca de un tema que le interesa, usted se limita a hacer preguntas y dedicas a escuchar. Jesús es el revelador de Dios el Padre. Esto significa que nuestro principal interés en la oración debe pedir a Jesús, nuestro Señor, de su padre y luego dedicarnos a escuchar.
2. Dios es nuestro Padre Amoroso: Jesús nos dice que Dios el Padre sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos. Aún asÃ, debemos preguntar, porque en preguntar, nos damos cuenta de que tenemos necesidades que sólo Dios nuestro Padre nos puede conceder. Aprendemos a pedir a Dios lo que más necesitamos para nuestra salvación. Es por eso que Jesús nos enseñó el "Padre Nuestro." Rezar el "Padre Nuestro" nos recuerda que él es el padre de todos, y por lo tanto toda persona humana es verdaderamente nuestro hermano. Al rezar el "Padre Nuestro", que esencialmente pedir tres cosas: que Dios tiene el primer lugar en nuestras vidas, que nos dan nuestro sustento material y espiritual, y que nos conceda su perdón.
3. perdonar para ser perdonado: Jesús hace hincapié en la importancia del perdón. A medida que la primera carta de Juan nos recuerda, todos somos pecadores (cf. 1: 8). Una de las caracterÃsticas esenciales de la vida cristiana está tratando de encontrar el amor misericordioso de Cristo. Realmente podemos experimentar sólo cuando lo ponemos en práctica nosotros mismos. Podemos admirar una persona que cae en paracaÃdas de un avión, pero no vamos a entender la experiencia de saltar en paracaÃdas hasta que nosotros mismos. Comprendemos el verdadero significado de la misericordia cuando perdonamos a otros. Nuestra merced no será el mismo que el de Cristo: Él nunca pecó, y por lo tanto nos perdona a pesar de que no lo merecemos. Si Cristo nos ha perdonado, ¿cómo podemos no se atreven a perdonar a los demás?
Conversación con Cristo: Señor, gracias por enseñarme a orar al Padre. No siempre pido tanto como deberÃa. Por favor, ayúdame a orar más y mejor. Por favor, ayúdame a querer con todo mi corazón para dar a Dios el primer lugar en mi vida, prefiriendo su voluntad a la mÃa. Ayúdame a tratar a los demás como me gustarÃa que me trataran, perdonarlos cuando me ofenden.
Resolución: voy a dedicar un tiempo especÃfico para la oración cada dÃa.