Daily Reflection

Descansando en el Señor

February 4, 2023 | Saturday

Father Alex Yeung, LC

  • Sábado de la Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
  • Mark 6:30-34

    Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Vengan solos a un lugar desierto y descansen un poco". La gente iba y venía en gran número, y no tenían oportunidad ni siquiera de comer. Así que se fueron solos en la barca a un lugar desierto. La gente los vio salir y muchos se enteraron. Se apresuraron allí a pie de todos los pueblos y llegaron al lugar antes que ellos. Cuando desembarcó y vio la gran multitud, su corazón se conmovió de piedad por ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.

    Oración introductoria: Señor, creo que estás presente aquí. Me conoces de cabo a rabo, y a pesar de mis debilidades, pecados e imperfecciones me amas. Señor, gracias por tu amor. Hoy te entrego mi mente, mi corazón y mi voluntad. Moldéame y úsame como quieras.

    Petición: María, alcánzame la gracia de comprender y vivir el significado cristiano del descanso.

    1. Un descanso necesario: Jesús sabe que sus discípulos necesitan descansar después de regresar de un largo período de trabajo misionero. Hay una necesidad de reponer energías, físicas, mentales y espirituales. Está dentro de la voluntad de Dios poner momentos de descanso físico en nuestros programas diarios. Jesús les dice a los apóstoles que se vayan juntos y con él. El descanso físico, por supuesto, no es pereza ni disipación. No es un lugar para perder la tensión espiritual de nuestra alma hacia Dios y sus cosas, o la disposición a hacer la voluntad de Dios en todo momento.

    2. Pensar en los demás: Jesús nos enseña que estar dispuestos a hacer la voluntad de Dios en todo significa también estar siempre dispuestos a servir a los demás. ¡Qué hermoso es cuando las familias pueden relajarse juntas con cada miembro no solo pensando egoístamente en mí mismo, cuánto me divierto o asegurándome de que todos obedezcan mis caprichos! En una cultura donde “vacaciones” es sinónimo de “holgazanear”, Jesús nos recuerda que para un cristiano relajarse y divertirse no está reñido con pensar en los demás y servirlos. El corazón compasivo de Jesús siempre estaba activo, y aun con el reposo en su mente, se movía a entregarse a las personas que necesitaban escuchar la Palabra de Dios. ¿Es mi corazón como el de Cristo? ¿Soy consciente de las necesidades físicas y espirituales de mi familia y amigos incluso en mi “día libre”?

    3. Pensar en Dios: Hay un significado más profundo para “descansar”: convertir toda nuestra actividad para glorificar a Dios y expresar nuestra dependencia amorosa de él. Nos ordenó apartar un día de la semana para “descansar” en él, para dirigir nuestros corazones y mentes hacia él, para ofrecerle los frutos del trabajo de nuestra semana y para recibir su gracia para comenzar otra semana. El domingo debe ser el punto culminante de la semana de un cristiano, no solo porque encuentra un respiro en su trabajo, sino porque ofrece todo su trabajo, y él mismo, a Dios Padre durante la celebración comunitaria de la Misa, el corazón del domingo. Este enfoque centrado en Dios se extiende a lo largo de todo el descanso dominical, donde “las preocupaciones y tareas cotidianas pueden encontrar su justa perspectiva: las cosas materiales que nos preocupan dan paso a los valores espirituales; en un momento de encuentro e intercambio menos presionado, vemos el verdadero rostro de las personas con las que convivimos. Incluso las bellezas de la naturaleza, demasiado a menudo estropeadas por el deseo de explotación, que se vuelve contra el hombre mismo, pueden ser redescubiertas y disfrutadas en plenitud” (Juan Pablo II, Dies Domini, 67).

    Conversación con Cristo: Señor Jesús, ayúdame a encontrar en ti mi verdadero descanso. Tú eres la fuente de todo lo que es bueno. Ayúdame a ordenar todo mi trabajo y cosas materiales hacia valores espirituales. Ayúdame a hacer de la Misa el corazón de mi domingo. También ayúdame a usar el domingo para ver el verdadero rostro de mi familia, amigos, colegas y clientes: son almas que me llamas a amar, servir y acercar a ti.

    Resolución: Buscaré alguna forma concreta de prepararme a mí y a mi familia para la celebración de la Misa dominical: reflexionando sobre las lecturas de la Misa, organizándonos para llegar temprano a visitar a Jesús Sacramentado, haciendo algún servicio de caridad como visitar a los enfermos o ancianos, etc

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