Homily Packs

Eighteenth Sunday in Ordinary Time (B)

B To 18                                                      

¡DANOS SIEMPRE DE ESTE PAN!

Todos los domingos dejamos nuestras casas y nos olvidamos de las preocupaciones del trabajo para ir a la Misa en la parroquia. ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué lo vienen haciendo los creyentes desde los primeros siglos del cristianismo? Será muy provechoso que hoy y los dos domingos siguientes busquemos una respuesta en la lectura del Evangelio de San Juan en donde narra la multiplicación de los panes y el discurso eucarístico de Jesús. Jesús es el pan que da la vida.

Hermanas y hermanos:

1. La gente seguía a Jesús porque había multiplicado el pan y había quitado el hambre a miles de sus seguidores. Pero Jesús les reprocha: Vosotros no me buscáis porque hayáis visto las señales milagrosas, sino porque habéis comido hasta hartaros. No buscan relamente al Jesús de los milagros sino los milagros de Jesús.

El ser humano es un mendigo. El hombre es un ser lleno de necesidades. Nada satisface del todo su deseo. Entonces su grito se dirige a Alguien para que venga en su ayuda. Y nosotros ¿Participamos en la Misa dominical porque sentimos hambre, tenemos miedo, estamos agobiados?

2. ¡El hombre necesita salvación! Es verdad que muchos sólo piden a Dios cosas.

Le pedimos el pan de cada día y cuanto necesitamos para vivir, pero esas peticiones concretas están expresando nuestra necesidad de Dios. Por ello  san Agustín advertía: "Dios escucha tu llamada si le buscas a él. No te escucha si a través de él buscas otras cosas". A la hora de la comunión sintamos que Jesús nos hace también a nosotros aquella gran revelación: "Yo soy el pan de la vida; quien viene a mí ya no tendrá más hambre, y quien cree en mí no tendrá más sed".

3. Jesús les habla de otro pan. La vida es un camino donde necesitamos alimentarnos para seguir adelante y Jesús nos recuerda que Él es el pan que da la vida eterna. El gran debilitamiento espiritual de muchas personas (falta de sentimientos, falta de amor, falta de fe y de esperanza, falta de solidaridad con los más débiles...) es debido a que no se alimentan adecuadamente, son anémicos de espíritu y raquíticos de esperanza.

Hermanos: Hagamos de cada Misa una verdadera fiesta como encuentro personal con Cristo. En ella nos entrega el pan de su Palabra y el pan de su Cuerpo. Una fiesta no se improvisa. Por eso hagamos el compromiso de prepararla durante la semana. Nuestra oración, nuestro servicio al prójimo, el cumplimiento de nuestro deber debe ser el pan que llevemos al encuentro dominical para que el Señor lo bendiga y multiplique.

Jesús nos ha dejado su vida, su Iglesia y su cuerpo, para que tengamos vida y vida abundante. Nuestra oración debe ser esta: ¡Señor, danos siempre de ese pan!

18th Sunday in Ordinary Time (Year B)

GIVE US THIS BREAD ALWAYS!

Every Sunday, we leave our homes and forget the worries of work to go to Mass in the parish. Why we do it? Why have believers been doing this since the early centuries of Christianity? It will be very helpful for today and the two following Sundays to seek an answer in the reading from the Gospel of John in which he narrates the multiplication of the loaves and the Eucharistic discourse of Jesus. Jesus is the bread of life.

Sisters and brothers:

1. The people followed Jesus because he had multiplied bread and had satisfied the hunger of thousands of his followers. But Jesus reproached them: You seek me not because you saw miraculous signs but because you had eaten your fill. They were not really looking for the Jesus of the miracles, but the miracles of Jesus.

Man is a beggar. Man is a being full of needs. Nothing quite satisfies all of his desire. Then his cry is addressed to someone to come to his aid. What about us? Do we participate in Sunday Mass because we feel hungry, afraid, we are overwhelmed?

2. Man needs salvation! It is true that many people just ask God for things. We ask for our daily bread and all we need to live, but these specific requests are expressing our need for God. Thus, St. Augustine  warned: "God hears your call if you seek him. He does not listen if you are looking for other things through him." At the time of the communion, we also feel that Jesus makes that great revelation to us: "I am the bread of life; whoever comes to me will never hunger, and whoever believes in me will never thirst."

3. Jesus speaks of another bread. Life is a journey where we need to be fed in order to continue on, Jesus reminds us that He is the bread that gives eternal life. The great spiritual weakening of many people (lack of feelings, lack of love, lack of faith and hope, lack of solidarity with the weakest...) is because they do not eat properly, are anemic in spirit and stunted of hope.

Brothers and sisters: Let's make each Mass a true celebration as a personal encounter with Christ. It gives us the bread of the Word and the bread of his Body. A feast cannot be improvised. So let us promise to prepare for it during the week. Our prayer, our service to others, the fulfillment of our duty should be the bread that we take with us on Sunday for the Lord to bless and multiply.

Jesus has left us his life, his Church, and his body so that we might have life and abundant life. Our prayer should be this: Lord, give us always this bread!

View a Sample Homily Pack

Ingredients for your homily!

Sign Up!

Don't have an account yet? Sign up here to get a clergy account and gain access to the full range of ePriest.com services.

At ePriest, we are dedicated to supporting Catholic priests as they serve their people and build up the Church.

We invite you to explore our resources to help your own ministry flourish!

Sign Up Now