Solemnity: The Body and Blood of Christ (C)
Solemnity: The Body and Blood of Christ (C)
LA EUCARISTÍA ES PAN VIVO
En esta fiesta de su santísimo cuerpo, Jesús nos habla del Reino de Dios, sana a los que necesitan de sus cuidados y nos ofrece el pan divino a todos los que hoy estamos reunidos en esta eucaristía. Queridos hermanos: Dispongámonos a vivir la experiencia de aquellos hombres que supieron olvidar el cansancio, el hambre y la enfermedad cuando estaban junto al Maestro.
1. Era al atardecer y estaban cansados, los discípulos sugieren enviarlos a los pueblos para que coman, pero el Señor tiene otros planes: que se queden con Él. Si han venido desde tan lejos, si lo han sacrificado todo para alimentarse de su palabra, si necesitan el milagro de su curación ¿cómo mandarlos con las manos vacías? Jesús les va a dar de comer el pan que sacia el hambre del cuerpo y del alma. El mismo pan eucarístico que recibiremos nosotros en la comunión, Jesús mismo, en cuerpo, alma y divinidad. Renovemos nuestra fe en la presencia real de Cristo en la eucaristía.
2. Jesús no va a hacer las cosas solo; quiere que seamos nosotros mismos los protagonistas del milagro. Por eso toma en cuenta al niño que lleva cinco panes y dos peces. Jesús necesita que aportemos lo poco que tenemos y él lo multiplicará hasta la saciedad. ¡Cuántas veces le pedimos a Dios que atienda a nuestras necesidades, pero no colaboramos con nuestro compromiso cristiano! Y más aún, ¡Cuántas veces queremos los milagros de Dios y nos olvidamos del Dios de los milagros!
3. Aquellos cinco mil hombres comieron hasta saciarse y aún sobraron doce cestos, pero no todos percibieron en esos panes materiales el signo del pan espiritual. Se quedaron con el don y se olvidaron del donante; no descubrieron que el donante era aún mejor que el don o, más bien, que el don verdadero era el donante mismo. San Agustín comenta: "Vosotros me buscáis para la carne y no para el espíritu... Me buscáis por algo distinto. ¡Buscadme por mí!"
Comer significa creer en Él. En esta fiesta del "Corpus" Jesús nos invita a elevarnos a un nivel más alto. Somos trabajadores; luchamos por la subsistencia cotidiana; el problema del pan nos es tan esencial como el del agua a la samaritana. Jesús nos invita a trabajar no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece hasta la vida eterna.
Para vivir el misterio eucarístico, síntesis de nuestra vida espiritual y temporal necesitamos ser maduros en la fe; y los judíos no lo eran, buscaban sólo las cosas materiales, buscaban sólo el pan del horno. Que la preocupación de buscar diariamente el pan para los hijos no nos haga olvidarnos de la Misa dominical en donde recibimos a Jesús el pan vivo que bajó del cielo. Él es el pan, Él es la luz, Él es pastor. "El que come de este pan vivirá eternamente" dice el Señor.
Solemnity: The Body and Blood of Christ (C)
THE EUCHARIST IS LIVING BREAD
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