Nineteenth Sunday in Ordinary Time (B)
T o 19
UN PAN QUE CURA EL ALMA
La anorexia es una enfermedad de los tiempos modernos. Cuando más abunda el pan en los países ricos, la gente pierde el apetito. Dicen los científicos que se trata de un síndrome psicosomático. La Eucaristía es pan traido del cielo. Es pan que da vida. "El que lo coma vivirá eternamente". Por falta de responsabilidad muchos cristianos se privan sistemáticamente de la Eucaristía. Es una especie de suicidio por inanición porque la debilidad puede llevar a la muerte del alma.
Hermanas y hermanos:
1. A la anorexia del alma la llamamos derrotismo y desaliento. No podemos evitar en nuestra vida la llegada de situaciones extremas de sufrimiento físico y moral que nos dejan postrados. ¿Cómo solemos reaccionar? Normalmente pasamos por tres etapas:
Primero negamos que el mal que nos llega sea verdad; creíamos que los males de otros, nunca nos ocurrirían a nosotros. El diagnóstico de un tumor, la pérdida del trabajo, un proyecto abortado, la muerte de un hijo, un examen reprobado. Luego reconocemos la realidad pero nos rebelamos ante ella: ¿Por qué a mí? ¡Los demás tienen la culpa! ¿Por qué Dios no interviene? ¡Esto me hace perder la fe! ¡Mi vida no tiene sentido¡ Prefiero morir! Finalmente la asumimos con resignación porque no vemos escapatoria. Sólo con la ayuda de Dios llegamos a aceptarla con amor.
2. Podemos encerrarnos en un círculo vicioso. El derrotado prefiere sentarse para morir bajo el árbol, sin embargo se pueden encontrar motivos para ser optimista. El optimismo hace llevadera la dureza del camino. El derrotista lleva tres vidas dentro del alma: el pasado el presente y el futuro. Todas le turban. Está convencido de que sus faltas, sus enfermedades y sus fracasos volverán a suceder.
El pesimista lleva la raíz de sus males en sus propios pensamientos: No ve sino una parte de la verdad, la más tenebrosa. Es un daltónico. La visión unilateral del mundo y de las cosas le hace un ser infeliz, insociable, desapacible. Dice José Duhr que "El pesimismo ensombrece la existencia, entumece el dinamismo, enerva la energía, paraliza la acción y, finalmente termina en el desaliento y la desesperación. Es decir, en la destrucción de la vida". El pesimismo es una enfermedad contagiosa y un decaimiento moral.
3. "¡Levántate y come porque es largo el camino"! Dios siempre nos manda a su ángel, en el momento más oportuno. El sacramento de la eucaristía es la persona misma de Jesús que alimenta sólo si se come con las disposiciones necesarias. Desgraciadamente también hay entre nosotros muchos anoréxicos que pierden el apetito de Dios. Dejaron de alimentarse, por eso son estériles y corren el peligro de morir de inanición.
Hagamos el propósito de no dar entrada a nuestra alma a esa peste que se llama el desaliento, el cansancio, el derrotismo. Cultivemos más bien el optimismo y los grandes ideales. Digamos como Pedro, "Señor ¿a quién iremos? Sólo tú tienes palabras de vida eterna".
19th Sunday in Ordinary Time, Year B
BREAD THAT HEALS THE SOUL
Anorexia is a disease of modern times. When bread is most abundant in rich countries, people lose their appetite. Scientists say