ePriest.com: Your Spanish Homily

Readings

Reading I: Jeremiah 20:10-13
Psalm: Psalms 69:8-10, 14, 17, 33-35
Reading II: Romans 5:12-15
Gospel: Matthew 10:26-33

Preaching Tip

The Power of Conviction

If we have prepared our homily well through prayer, reflection, and research, there still remains the task of delivering it worthily. 

More than technique, this requires conviction.  If we are convinced that the message we are preaching is true, and that the people we are preaching to really need to hear it, the delivery will naturally be full of energy, sincerity, and interest. We should never preach just because we have to say something; we should always have something to say. 

  • As Woodrow Wilson put it: "Thought is the fiber, the pith of eloquence. Eloquence lies in the thought, not in the throat."
  • And as one of the early pilgrims wrote at the beginning of a recipe for cooking wild turkey: "First hunt and catch your turkey."

For sacred ministers, this conviction comes only if we ourselves are constantly striving to live out the truths we preach to others.

[Quotations found in Thomas Montalbo's "The Power of Eloquence," p42]

A to 12                                                                                                 SER MÁRTIR HOY

El cristiano, al igual que su Maestro, va a ser siempre "signo de contradicción" en medio del mundo. Sufrirá incomprensiones y persecuciones, porque el mensaje que transmite con su palabra y con su ejemplo choca con los criterios materialistas del mundo. "No tengáis miedo a los hombres", les dice Jesús a sus discípulos, porque su mejor defensor en las dificultades va a ser su Padre que está en los cielos.

Hermanas y hermanos:

1.  Jesús nos anima a ser valientes. Parece lejano el tiempo en que los cristianos derramaban su sangre para defender su fe en el circo romano o en el coliseo. En esas arenas comenzó la expansión del Evangelio por el mundo según la afirmación de Tertuliano: "La sangre de los mártires es semilla de cristianos". Gracias a su generosidad la Iglesia ha recogido frutos abundantes de santidad durante veinte siglos de cristianismo.

Juan Pablo II nos invitaba también a descubrir a "los nuevos mártires" de nuestro tiempo. Misioneros asesinados por predicar el Evangelio. Seglares torturados, perseguidos, deportados, discriminados por su fe. Mártires de la caridad en el comunismo soviético o en los campos de concentración del nazismo. Mártires del odio étnico o de la discriminación religiosa.

2.  Los mártires nos han enseñado a decir que sí al amor de Dios. Pero también nos han enseñado a decir que no a las lisonjas, a las componendas, a la injusticia. Nuestra sociedad materialista y hedonista es una sociedad secularizada y escéptica. Hoy nos persigue con un martirio incruento, muchas veces más sutil y doloroso que la muerte, halaga nuestros sentidos apartándonos de la ley de Dios, pero es allí, en las pruebas y en las adversidades, en donde nacen la fidelidad de la Iglesia, las vocaciones sacerdotales y religiosas, la santidad familiar.

3.  En pleno siglo XXI Jesús nos pide ser "testigos" y "mártires". La sangre de Cristo, mártir por excelencia, ha dejado un ejército de nuevos mártires entre los que estamos incluidos nosotros mismos: mártires de la pureza, mártires de la justicia, mártires niños, mujeres y hombres mártires. Hoy es más difícil dar testimonio en un ambiente distraído, desinteresado, que ni siquiera se entera del testimonio. "No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero que no pueden matar el alma", nos repite Jesús. En sus palabras hemos de encontrar la fuerza para superar la dificultad, la oposición y el miedo a la muerte.

"Señor, si se presentara la ocasión de dar mi vida por ti, gritaría sin miedo: "¡Viva Jesucristo!" y me convertiría en el gran mártir de un pequeño momento; pero tengo miedo de ser el pequeño mártir de los momentos de mi vida ordinaria, llenos de rutina, desmotivación, desaliento, en los que me cuesta tanto decir: "¡mi vida por Cristo!". Concédeme la gracia de perseverar en tu amor para serte fiel en este martirio incruento e invisible". Así sea.


English Translation

12th Sunday in Ordinary Time (Year A)                                                    &nbs