ePriest.com: Your Spanish Homily

Readings

Reading I: Acts 1:1-11
Psalm: Psalms 47:2-3, 6-7, 8-9
Reading II: Ephesians 1:17-23
Gospel: Matthew 16:15-20

Preaching Tip

Know Thyself!

Preaching must recognize that it stands between the attraction of two powerful poles: to its right, "the faith once delivered," the historical given of the eternal Word; to its left, the present situation, the existential given of our own contemporary culture. Christian proclamation is intimately connected with both...

  • The Incarnation, therefore, is the truest theological model for preaching because it was God's ultimate act of communication. Jesus, who was the Christ, most perfectly said God to us because the eternal Word took on human flesh in a contemporary situation. Preaching cannot do otherwise.
  • But each of us as proclaimers is pulled between the poles, tempted to one heresy or the other...
  • We are torn between the historical and the contemporary, the Word and culture, the human and the divine, objectivity and subjectivity, authoritarianism and autonomy. Every preacher should understand himself well enough to recognize the particular direction of this fierce pull upon his own preaching...
  • Is he fascinated with the smallest historic details in the Bible but uninterested in the largest current issues of his own time?... Or on the other hand, is he intrigued by the contemporary scene but impatient with the ancient Word?

Fant, Clyde E. Preaching for Today, pp28-29

The Ascension of the Lord

MÁS ARRIBA ESTÁ EL CIELO                                                       

Los discípulos sabían bien que aquella despedida era para siempre. A Jesús no lo volverían a ver con los ojos de la carne, por eso en sus corazones brotan sentimientos de tristeza y de nostalgia. Sin embargo también viene a su mente la promesa: "Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo". ¿Cristo se va pero se queda? ¿Cómo entendieron ellos esta paradoja?

Hermanos y hermanas: ¿Cómo la entendemos hoy nosotros al celebrar la fiesta litúrgica de la Ascensión del Señor a los cielos? Sin duda alguna, para ellos y para nosotros es una declaración de fe en su divinidad, en su victoria sobre la muerte y en su gloriosa resurrección.

1. Dice el Evangelio que mientras Jesús se despedía "se separó de ellos, los bendijo y subió al cielo". El gran poeta español Fray Luis de León interpreta los sentimientos de los discípulos con aquellos versos: "¿Y dejas, pastor santo, tu grey en este valle hondo, oscuro, con soledad y llanto, y tú, rompiendo el puro aire, te vas al inmortal seguro?" ¡Señor, te vas, pero contigo vamos también nosotros!

El Señor no nos abandona sino que siembra en nuestros corazones la esperanza. "Sabemos que ya poseemos el paraíso, nos dice San León Magno, porque hemos entrado con Cristo hasta las alturas del cielo". Es decir, "algo de nosotros" está ya en el cielo.

2. Un día tú llegarás al cielo. No es un regalo que recibirás sin mérito, sino el premio de tu vida santa. El pensamiento del cielo no te dispensa de los compromisos de la tierra; al contrario, es un estímulo para hacer algo por el mundo y por la Iglesia. Este es el sentido del mandato final de Cristo en esta despedida: Nos envía al mundo entero para que prediquemos la buena noticia y celebremos los sacramentos.

3. Los santos padres llamaban a la ascensión "la esperanza del cuerpo", porque en este evento cristiano se encuentra la garantía del triunfo de la vida sobre la muerte. La existencia del hombre no es sólo un camino hacia adelante, entendido como un progreso económico o científico, sino sobre todo un camino hacia lo alto, hacia la plena realización humana. Por eso debemos comprometernos a buscar los bienes del cielo, como nos exhorta San Pablo "Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba," (Colosenses 3, 1-2).

Buscar "las cosas de arriba" es buscar a Dios; es buscar a Cristo; es permitir que Él llene todos los horizontes de nuestra existencia. Todo adquiere así su verdadero valor, su auténtico puesto.

Es verdad que Cristo se ha ido al cielo, pero entonces ¿Cómo ha querido quedarse entre nosotros a lo largo de los siglos? De tres maneras concretas: A través de nuestro testimonio de vida, a través de nuestro amor al prójimo, y sobre todo, a través de la Eucaristía.


English Translation

The Ascension of the Lord

HEAVEN IS FARTHER UP                    

The disciples