Readings
Reading I: Micah 5:1-4 |
Preaching TipHoney for the “Chreasters”
In a week, our parishes will be packed for the Christmas masses. In the pews will be squished together our “regulars” and the Christmas and Easter (Chreaster) Catholics.
Two points to consider as you prepare your homily.
First, there can be a bit of grumbling from the regulars, whose usual pew and usual parking spots are lost in the mass confusion. They may secretly be thinking to themselves: “I can’t wait for next Sunday when things can get back to normal”.
This desire that things “get back to normal” is quite literally the antithesis of what a Christian should be wanting. We should want to see our parishes bursting at the seams every Sunday. The fact that the “regulars” can be less than welcoming is a problem.
What can we do as pastors? This week, on the 4th Sunday of Advent, we have a moment to “talk to the regulars” about how wonderful it would be if we made “room in the inn” in our hearts and actions for the Chreasters.
Inviting the regulars to:
A second thing to keep in mind is that this homily is one of the most important of the year. A pastor should consider this one homily he needs to get right. It’s a challenge, because it needs to be shorter, and yet needs to be engaging and powerful.
Nowadays, scolding the Chreasters, chiding them, and trying to guilt them into a more regular church practice will not work. It just doesn’t. Jesus is asking us to be more creative.
What does draw people is beauty. And so, a homily about the beauty of faith, the beauty of Catholicism, and why a Christian way of life is simply more beautiful than a secular way of life will be a winner.
This is as the old adage says: a drop of honey will gather more flies than a barrel of vinegar.
Good luck! |
C Adv. 4
EL PESEBRE ESTÁ LISTO
Vamos a centrar nuestra atención en el misterio de Belén y contemplar al Niño que viene a salvarnos. Atrevámonos a entrar dentro del alma de Jesús en el seno de María y escuchemos su ofrecimiento al Padre: “He aquí que vengo a hacer tu Voluntad”. Su misión está clara. La escena de la visitación de María a su prima Santa Isabel debe preparar nuestro corazón para que vivamos esta Navidad con espíritu de gratitud y admiración.
Hermanas y hermanos:
1. En nuestros hogares cristianos hoy se respira un aire de expectación propio de los grandes acontecimientos. La espera se hace cálida y un aura de poesía comienza a envolver todas las cosas. Sin embargo no ocurre así en todas partes. Para algunos lamentablemente todo quedará en esto: luces de colores parpadeantes, pinos artificiales cargados de regalos, panderos y fanfarras. Muchos vivirán distraídos estas últimas horas con el nerviosismo de las prisas por las compras que aún hay que hacer.
2. La Navidad va a ser siempre la fiesta de los sencillos y el rescate de la gente pobre. Este Niño que nace en Belén es el mismo que luego se entregará por la salvación de la humanidad. Se trata de un gesto divino que sólo se puede percibir en la oración y en el recogimiento interior. La basílica de la Natividad de Belén tiene una sola puerta de ingreso y es tan baja que no se pasa por ella si no es encorvándose profundamente. Esto encierra una verdad espiritual: recordar a los peregrinos que para penetrar en el significado profundo de la Navidad es necesario hacerse pequeños.
3. Este domingo es eminentemente mariano. Contemplamos la postura de María, que se hace esclava del Señor en la Encarnación y sierva de los hombres en la Visitación. Por su fe, la Virgen de Nazaret se ha convertido en bienaventurada y todas las generaciones la reconocen como Madre de los creyentes. San Agustín no duda en afirmar que María, por su fe, concibió a Jesús antes en su corazón que en su seno virginal. Por la fe entra también Dios en nuestras vidas y está con nosotros.
Cristo realiza hoy el misterio de la Encarnación en todos aquellos que, como María, le abren el corazón sin poner obstáculos a su gracia. En la medida en que más actuemos como esclavos del Señor, más fecunda será la redención realizada en nosotros y por nosotros. María, una de las figuras más relevantes del Adviento, es el camino que ha escogido Dios para acercarse a nosotros y puede ser muy bien el camino que nos acerque a Dios. Que las luces de bengala o el bullicio de nuestras calles no nos distraigan de la contemplación del misterio del nacimiento del Hijo de Dios.
Fourth Sunday of Advent (Year C)
THE CRIB IS READY
Let's focus our attention on the Mystery of Bethlehem a